La pretensión del Tribunal Supremo Electoral, TSE, de quitarle a las Fuerzas Armadas la facultad constitucional de ser garantes del libre ejercicio del sufragio y pasarla al ente colegiado, fue un simple globo sonda que buscaba apoyo del instituto armado para convertir al ente colegiado en un monstruo jurídico, dijo ayer el secretario de Organización del Consejo Central Ejecutivo del Partido Liberal, Ccepl, Isidro Pineda.
Expresó que el anuncio hecho por el presidente del TSE, David Matamoros, tenía como finalidad medir la reacción del instituto armado y justificar una reunión con ellos para decirles que no había tal pretensión; pero, de paso, pedirles apoyo estratégico en su lucha por convertirse en un cuarto poder del Estado, en el marco de las reformas a la Constitución y a la Ley Electoral y de las Organizaciones Políticas.
Conseguir de las FF AA un apoyo en ese sentido es importante desde el punto de vista de estrategia tomando en cuenta que el cuerpo armado es un poder y, aunque no lo plantee directamente a los partidos, porque es apolítico, no deja de inducir respeto, según Pineda .
Querían mandar un mensaje
Lo que pretendía el TSE, insistió, era mandar un mensaje, conseguir una reacción de la alta oficialidad y de paso justificar un encuentro con ellos que por cierto fue rápido (el lunes) al final del cual el ministro de Defensa, Marlon Pascua, dijo que las relaciones con el ente electoral eran normales, que no había ningún conflicto, que lo ocurrido había sido una “mala interpretación” de los medios de las declaraciones de Matamoros.
“El Tribunal Supremo Electoral no anda buscando quitarle hegemonía a las Fuerzas Armadas, lo que anda buscando es concertar para que dentro de las reformas electorales se le dé el control absoluto de todo lo relacionado con temas electorales”, dijo el dirigente del Ccepl.
“Lo que anda buscando es no sólo ser el ente organizador, sino el que maneje las elecciones primarias e internas de los partidos políticos, que sea el ente que regule todo”, añadió. Además, quiere resolver todo lo relacionado con impugnaciones, que éstas no vayan a la Corte Suprema de Justicia; quiere operar como un verdadero tribunal supremo, como ocurre en otros países.