El Tribunal Supremo Electoral, TSE, oficializó ayer mediante declaratoria leída en cadena nacional de radio y televisión a los ciudadanos que salieron electos el 29 de noviembre y que regirán los destinos del país en el próximo cuatrienio.
Uno de los declarados oficialmente es el nacionalista Porfirio Lobo Sosa, como nuevo Presidente de la República, a quien acompañarán los designados presidenciales María Antonieta Guillén, Samuel Armando Reyes y Víctor Hugo Barnica.
El documento fue leído en horas de la tarde por los magistrados Saúl Escobar (presidente), Enrique Ortez Sequeira y David Matamoros; así como por el suplente Denis Gómez.
La declaratoria de doce páginas incluye los nombres de los diputados propietarios electos bajo la fórmula del nivel presidencial del Parlamento Centroamericano, Congreso Nacional y 45 alcaldes municipales.
El resto de alcaldes y diputados suplentes de los dos foros legislativos aparecerán completos y publicados en el diario oficial La Gaceta en los próximos días.
Se creía que las autoridades electorales iban a divulgar la declaratoria hoy o mañana, pero sorprendieron a la prensa y al pueblo hondureño con el informe oficial, dando por concluido el octavo proceso electoral ganado en todos los niveles por el Partido Nacional.
Distribución de diputados
Durante el fin de semana, los magistrados estuvieron resolviendo las últimas impugnaciones que se habían presentado en los niveles de diputados y, al parecer, no variaron los resultados porque al final el Partido Nacional obtuvo 71 diputados, 45 el Partido Liberal, la Democracia Cristiana 5, Unificación Democrática 4 y el Partido Innovación y Unidad, Pinu, 3.
Alcaldías por partidos
En cuanto a alcaldes, el Partido Nacional ganó 191 municipalidades, el Partido Liberal 104, la Democracia Cristiana 2 (La Paz y Nueva Armenia) y una candidatura independiente (Armando Velásquez) triunfó en la Villa de San Antonio, Comayagua.
Quienes no estén de acuerdo con esta declaratoria podrán recurrir ante la Corte Suprema de Justicia, pero, a juzgar por experiencias de procesos pasados, rara vez los reclamantes ganan estas instancias.
Abrumadora diferencia
En el nivel presidencial, el Partido Nacional obtuvo 1,213,695 (56.56%), el Partido Liberal 817,524 (38.09%), el Partido Innovación y Unidad Social Demócrata 39,960 (1.86%), Partido Demócrata Cristiano de Honduras 38,413 (1.79%) y el partido Unificación Democrática 36,420 (1.70%).
El liberal Elvin Santos perdió por una diferencia de 396,172 votos contra Lobo Sosa, la más alta en la historia de todos los procesos electorales de Honduras.
Los partidos minoritarios tuvieron un ligero crecimiento en relación con los resultados obtenidos en las elecciones de 2005. Hubo 61,440 votos blancos que, comparados con los 59,233 que se registraron en 2005, aumentaron 2,207.
Los votos nulos, mientras tanto, en esta ocasión sumaron 92,604, muy por debajo de los depositados en 2005, cuando sumaron 141,077. Es decir que en las elecciones que ganó Zelaya hubo 48,473 votos nulos más.
La abstención
Asistieron a las urnas el 29 de noviembre 2,300,056 ciudadanos, de los cuales 2,146,012 depositaron válidamente su voto. Los demás son votos nulos o blancos.
La abstención en esta ocasión fue del 50 por ciento, lo cual significó un aumento de 5.4 por ciento en relación con las séptimas elecciones generales.
Para disputar un cargo de elección popular participaron en esta última fase del proceso electoral alrededor de 14,000 ciudadanos distribuidos en cinco partidos políticos, más 13 candidaturas independientes de un total de 24 que originalmente solicitaron su inscripción.
De estas candidaturas habrá que destacar la Alcaldía de la Villa de San Antonio, Comayagua, ganada por el independiente Armando Velásquez que aventajó a todos los partidos políticos.
La declaratoria también incluye los diputados al Parlamento Centroamericano, Parlacen, creado a finales de la década de los ochenta como resultado de los Acuerdos de Paz de Esquipulas II.
También en este nivel ganó el Partido Nacional, que obtuvo diez diputados a su favor, siete el Partido Liberal y uno cada uno los partidos minoritarios, como lo establece la Ley Electoral y de las Organizaciones Políticas.
En una ceremonia especial, el TSE entregará a los ciudadanos electos la respectiva credencial. Este documento los identificará como las nuevas autoridades que regirán los destinos del país.