San Pedro Sula, Honduras.
De mil personas que llegan cada semana a la Secretaría de Trabajo en San Pedro Sula, unas 850 no han terminado la secundaria, algo que tiene preocupadas a las autoridades.
A las oficinas de la regional de Trabajo, ubicadas en el barrio El Centro, llega un promedio de 200 personas diarias a dejar sus currículos y llenar las solicitudes de empleo con la esperanza de ser llamadas rápidamente a suplir alguna vacante.
Sin embargo, hay personas que esperan durante meses sin tener una respuesta, una de las mayores causas es que estos no cumplen con el perfil profesional que buscan las empresas.
Alexander Leiva, director de la Secretaría de Trabajo, dice que de las mil personas, unas 350 solo han pasado la primaria y unas 500 han llegado a los primeros grados de secundaria. Un pequeño porcentaje de los visitantes si tienen secundaria completa, la mayoría en bachillerato en computación y administración de empresas.
Los 150 aspirantes restantes son graduados o pasantes universitarios, un considerable número de ellos ingenieros industriales, ingenieros mecánicos, licenciados en contaduría y Administración de Empresas. En menor escala reciben hojas de vida de ingenieros agrónomos, abogados, doctores, maestros bilingües o personas que manejen el idioma inglés en general. “Esto causa que no podamos suplir las plazas en los call centers. Tenemos unas 800 vacantes sin poder llenar en estas empresas, una es porque no saben inglés o porque los que saben no están interesados por su nivel económico en trabajar”, explica.
Leiva detalla que del 100% de los que llegan en busca de un empleo, el 55% son de SPS y el 45% de municipios aledaños.
Héctor Sánchez, bachiller en Computación, manifiesta que tiene cinco meses en busca de empleo y reconoce que las empresas ahora son más exigentes. “Están pidiendo experiencia o que uno sepa inglés, es difícil, porque las vacantes a las que aplico no me salen”, lamenta.
De mil personas que llegan cada semana a la Secretaría de Trabajo en San Pedro Sula, unas 850 no han terminado la secundaria, algo que tiene preocupadas a las autoridades.
A las oficinas de la regional de Trabajo, ubicadas en el barrio El Centro, llega un promedio de 200 personas diarias a dejar sus currículos y llenar las solicitudes de empleo con la esperanza de ser llamadas rápidamente a suplir alguna vacante.
Sin embargo, hay personas que esperan durante meses sin tener una respuesta, una de las mayores causas es que estos no cumplen con el perfil profesional que buscan las empresas.
Alexander Leiva, director de la Secretaría de Trabajo, dice que de las mil personas, unas 350 solo han pasado la primaria y unas 500 han llegado a los primeros grados de secundaria. Un pequeño porcentaje de los visitantes si tienen secundaria completa, la mayoría en bachillerato en computación y administración de empresas.
Los 150 aspirantes restantes son graduados o pasantes universitarios, un considerable número de ellos ingenieros industriales, ingenieros mecánicos, licenciados en contaduría y Administración de Empresas. En menor escala reciben hojas de vida de ingenieros agrónomos, abogados, doctores, maestros bilingües o personas que manejen el idioma inglés en general. “Esto causa que no podamos suplir las plazas en los call centers. Tenemos unas 800 vacantes sin poder llenar en estas empresas, una es porque no saben inglés o porque los que saben no están interesados por su nivel económico en trabajar”, explica.
Leiva detalla que del 100% de los que llegan en busca de un empleo, el 55% son de SPS y el 45% de municipios aledaños.
Héctor Sánchez, bachiller en Computación, manifiesta que tiene cinco meses en busca de empleo y reconoce que las empresas ahora son más exigentes. “Están pidiendo experiencia o que uno sepa inglés, es difícil, porque las vacantes a las que aplico no me salen”, lamenta.
