Una compañía telefónica japonesa comercializa un teléfono móvil que analiza el aliento de los chóferes de autobús o de taxi y comunica automáticamente a su jefe si han empinado el codo antes de tomar el volante.
El teléfono-etilómetro, bautizado como “Alc-Mobile”, ha sido desarrollado por Tokai Electric y la compañía telefónica Kddi.
Método práctico
Al igual que los aparatos utilizados por la policía, determina la tasa de alcoholemia de la persona que sopla dentro. Pero tiene de particular que envía inmediatamente el resultado de la prueba a los ordenadores de la compañía de autobuses o taxis.
Si el conductor ha bebido demasiado, suena una señal de alarma.
Y a menos que se deshagan del teléfono móvil, los chóferes no tienen donde esconderse: el aparato saca fotos del usuario y proporciona en todo momento su localización exacta, con ayuda de un sistema GPS integrado.
Según Kddi, unas 30 compañías de autobuses y taxis japonesas han adoptado el sistema.