20/12/2025
11:05 PM

Sucedió en el bulevar

El bulevar Juan Pablo Segundo de la capital de Honduras es uno de los más concurridos en horas de la noche...

La mañana del 12 de junio del corriente año Jenny se reunió con Orlando y César para comentarles que el día 18 estaría cumpliendo años Emilio y que lo celebrarían el sábado de esa misma semana.

Telefónicamente se comunicaron para la reunión del sábado y acordaron que sería en el parque España de la colonia Lomas del Guijarro, Jenny pasaría por sus amigos en el vehículo que su padre le había regalado durante el curso de la semana, los jóvenes se dedicaron a ahorrar dinero para darse la gran vida en los lugares que frecuentaban.

Al fin llegó el sábado esperado para celebrar el cumpleaños de Emilio, Jenny estaba feliz, sus amigos no tomaban licores, no fumaban y no se mezclaban con los demás. Fueron al lugar favorito donde los conocían y los ponían como ejemplo a los muchachos descarrilados, les permitieron llevar un pastel para la celebración y posteriormente después del pastel se pusieron a bailar los ritmos de moda.

Las horas se fueron rápidamente aproximadamente a las 12.30 decidieron abandonar el lugar.

Jenny fue la primera en llegar al vehículo, abrió la puerta se sentó a esperar que sus amigos se subieran y por el espejo retrovisor le pareció ver una niña que estaba sentada en la parte de atrás, inmediatamente se dio la vuelta y con extrañeza vio que ahí no había nadie. Quedó turbada por unos instantes y pensó para sí, mmmmmm el desvelo me está haciendo daño, sus amigos llegaron gritando y riéndose, se subieron al vehículo y Jenny arrancó.

Mientras la muchacha conducía sintió la necesidad de contarle a sus amigos la supuesta jugarreta de su imaginación, me pareció que estaba en el asiento de atrás, era una niña, la vi por el espejo, pero no sé, me sentí mal cuando di la vuelta y no la vi.

Nada, todos se rieron. Mmmmmm dijo el cumpleañero, a vos como que te hizo daño el pastel, verdad muchachos sííííí! Jenny también se rió a carcajadas, fue a dejar a sus amigos y luego llegó a su casa acompañada por Orlando con quien eran vecinos. Los jóvenes estaban satisfechos de haber pasado una velada divertida en la celebración del cumpleaños de Emilio, acordaron que el siguiente sábado volverían a su lugar de diversión favorito.

La otra joven del grupo se fue a su cuarto, se dio una ducha, se lavó los dientes, se acostó tranquila y se quedó dormida.

En sueños se vio en el carro con sus compañeros, al llegar a una esquina Jenny detuvo el auto, abrió la puerta y una niña se subió sentándose a la par de ella, luego siguieron su camino. Mari se despertó sobresaltada, su cuerpo sudaba copiosamente, no puede ser, me dejé sugestionar por lo que dijo Jenny. Dios mío y si todo eso se hiciera realidad, me muero..! Al día siguiente habló con sus amigos contándoles el sueño con la niña y todos se rieron; sin embargo, Jenny quedó inquieta.

Durante la semana los amigos se dedicaron a sus estudios normalmente, eran excelentes alumnos con un índice académico envidiable, el día sábado se reunieron según su costumbre y se fueron al bulevar Juan Pablo Segundo, bailaron los ritmos de moda y los entrevistaron en un programa juvenil de la televisión todo marchaba bien, la alegría era desbordante, estaban llenos de energía y decidieron abandonar el local a las dos y media de la mañana.

Esta vez Jenny no quiso adelantarse para abrir las puertas de su lujoso vehículo, que dicho sea de paso no tenía los vidrios polarizados. Las luces del local iluminaban claramente el auto de Jenny, el interior se miraba claramente, fue entonces que los muchachos se llevaron una enorme sorpresa, en el asiento delantero y agarrándose del timón estaba una niña de pelo largo.

Es ella gritó Mari, es la niña que yo soñé, todos se pusieron nerviosos nadie podía caminar, las piernas les temblaban sentían que la cabeza se les agrandaba, quisieron gritar y no pudieron.

La niña volteó la cabeza y quedó mirando a los petrificados jóvenes su mirada era terrible, sus ojos parecían brasas encendidas.

Se abrió la puerta y al salir del carro ya no era una niña se había convertido en una vieja horrible, de su boca caía una especie de baba de color verde, dio unos cuantos pasos y desapareció ante los asombrados ojos de los muchachos.

Jenny fue la primera en caer desmayada y finalmente todos quedaron tirados en el suelo hasta que varias personas que salían del lugar los socorrieron, llevándolos a clínicas privadas.
Cabe decir que durante más de un mes los amigos estuvieron recibiendo tratamiento médico hoy están recuperados completamente.

Se han hecho muchas conjeturas al respecto, se asegura que en ese bulevar a muerto mucha gente asesinada y atropellada, se supone que esa mujer y la niña fueron víctimas de algo espantoso y que sus almas están penando en el bulevar Juan Pablo Segundo.

También hay personas que aseguran que una niña se monta en los vehículos y luego desaparece. No sé si los muchachos de esta historia cumplieron la promesa de llevar a alguien que orara por esas almas en pena.