San Pedro Sula, Honduras.
El obispo auxiliar Rómulo Emiliani hizo un llamado a la tolerancia y a las personas que tienen incidencia a trabajar por la paz.
El mensaje lo dio ayer en conmemoración del Día Internacional de la Paz, que se celebra cada 21 de septiembre a nivel mundial para reforzar los ideales de armonía en todas las naciones. Este año arribó a su celebración 33.
A raíz de los últimos acontecimientos que han fragmentado las relaciones entre los hondureños, el prelado expresó que los niveles de tolerancia cada vez son menores y hay reacciones violentas ante cualquier situación.
“Si hay un choque en las calles se bajan los señores a darse golpes y hasta se matan. Hay agresiones físicas por una discusión. A nivel político hemos visto lo que pasa y da la impresión de que la sociedad hondureña está tensa, enferma por tantas situaciones económicas y políticas”, manifestó. Monseñor reflexionó que en este momento se vive un contagio de conducta violenta y que ante eso solo queda promover la reconciliación y la pacificación. Este último debe darse “entre cada uno de nosotros, y la reconciliación de cada uno de los bandos”.
“Bochornoso”
En el criterio de Rómulo Emiliani, le toca a las Iglesias hacer ese trabajo; pero también a los profesores en las escuelas, colegios y universidades, así como a las madres y padres de familia.
“Todas las personas que tengan incidencia deben trabajar por la paz porque hay signos bochornosos de violencia que dañan la convivencia de nuestra gente”, refirió. Monseñor motivó a los catedráticos universitarios a convertirse en verdaderos guías y no a sembrar más odio. “El diálogo es fundamental en cualquier esfera de la vida: en la matrimonial, económica, política, y entonces esa es la instancia que se debe agotar”.
El obispo en sus homilías llamó a los hondureños a ser tolerantes y a valorar la familia. También a buscar la reconciliación para evitar que se genere más violencia. Al igual que el cardenal Óscar Andrés Rodríguez, en Tegucigalpa, el obispo sampedrano clamó porque ya no haya más odio y para fomentar el amor.
El obispo auxiliar Rómulo Emiliani hizo un llamado a la tolerancia y a las personas que tienen incidencia a trabajar por la paz.
El mensaje lo dio ayer en conmemoración del Día Internacional de la Paz, que se celebra cada 21 de septiembre a nivel mundial para reforzar los ideales de armonía en todas las naciones. Este año arribó a su celebración 33.
A raíz de los últimos acontecimientos que han fragmentado las relaciones entre los hondureños, el prelado expresó que los niveles de tolerancia cada vez son menores y hay reacciones violentas ante cualquier situación.
“Si hay un choque en las calles se bajan los señores a darse golpes y hasta se matan. Hay agresiones físicas por una discusión. A nivel político hemos visto lo que pasa y da la impresión de que la sociedad hondureña está tensa, enferma por tantas situaciones económicas y políticas”, manifestó. Monseñor reflexionó que en este momento se vive un contagio de conducta violenta y que ante eso solo queda promover la reconciliación y la pacificación. Este último debe darse “entre cada uno de nosotros, y la reconciliación de cada uno de los bandos”.
“Bochornoso”
En el criterio de Rómulo Emiliani, le toca a las Iglesias hacer ese trabajo; pero también a los profesores en las escuelas, colegios y universidades, así como a las madres y padres de familia.
“Todas las personas que tengan incidencia deben trabajar por la paz porque hay signos bochornosos de violencia que dañan la convivencia de nuestra gente”, refirió. Monseñor motivó a los catedráticos universitarios a convertirse en verdaderos guías y no a sembrar más odio. “El diálogo es fundamental en cualquier esfera de la vida: en la matrimonial, económica, política, y entonces esa es la instancia que se debe agotar”.
El obispo en sus homilías llamó a los hondureños a ser tolerantes y a valorar la familia. También a buscar la reconciliación para evitar que se genere más violencia. Al igual que el cardenal Óscar Andrés Rodríguez, en Tegucigalpa, el obispo sampedrano clamó porque ya no haya más odio y para fomentar el amor.
