Pese a las prohibiciones contra la venta de pólvora, las pasadas fiestas dejaron una niña quemada a causa del estallido de un cohete en esta ciudad.
La pequeña Osiris Jaqueline Benítez Cruz, 7, se encontró entre unos papeles humedecidos por la lluvia un petardo que no había estallado, pero aún conservaba latente su poder destructor.
Cuando ella trató de encenderlo le explotó en la mano y además le quemó la cara y parte del tórax.
Su tío Antonio Cruz dijo que la niña vive con sus abuelos en vista de que hace poco murieron sus padres.
Internada en una unidad para quemados en la sala de pediatría del hospital de área de Puerto Cortés, la pequeña dice ahora que nunca más en su vida vuelve a jugar con cohetes.
Aunque en esta ciudad está prohibido vender artículos de pólvora, en Navidad muchos los vendieron en puestos para venta de comida y otras cosas.