San Pedro Sula, Honduras.
El peligro, la esperanza y la discriminación matizan las historias de los migrantes, cuyo común denominador es la búsqueda del sueño americano. En esa ruta, miles de hondureños llegan a México y otros pisan suelo americano, pero luego son deportados.
Para evitar el rechazo hasta cambian su forma de hablar y adquieren acento mexicano e intentan el estadounidense.
Ante esa situación, el Centro de Atención al Migrante Retornado (CAMR) organizó ayer el Festival del Migrante, cuyo objetivo es fomentar el orgullo por la cultura catracha.
Sor Valdette Willeman, directora del CAMR, explicó que la actividad fue la conclusión de la semana del migrante, bajo el lema Construyendo caminos con amor y paz.
“Muchos de los migrantes hondureños se olvidan de la cultura nacional adoptando costumbres mexicanas y de Estados Unidos, por lo que se busca con diferentes actos culturales revivir el orgullo de ser hondureños”. La hermana dijo que hay que concienciar la gente en cuanto a que el fenómeno es realidad.
Los números generan preocupación. Willeman expuso que han recibido este año 28 mil hondureños deportados de Estados Unidos y 27 mil desde México, para un total de 55 mil a la fecha.
“La situación de los niños es cada vez peor. Ayer llegó un grupo de Estados Unidos y de México; eso evidencia que la migración de los menores va en aumento”, advierte la directora que desde hace muchos años trabaja en esa área.
Recalcó que los migrantes no son delincuentes y no deben colocarles grilletes en ningún lado.
El evento en el parque central fue organizado por el CAMR y apoyado por varias secretarías de Gobierno y organizaciones no gubernamentales. La primera dama Ana García de Hernández asistió al evento; en un emotivo mensaje habló de los peligros de emigrar y reconoció el trabajo del centro de atención.
Añadió que toda persona merece vivir dignamente y con la esperanza de un futuro mejor. Pidió a los padres no exponer a sus niños porque corren riesgo cuando viajan en manos de coyotes. Lamentó que más del 70% de las niñas y los adolescentes sufran abusos en ese trayecto, por lo que es preciso reflexionar antes de emprender el trayecto.
Recordó las experiencias en los albergues visitados en EUA y destacó que el Gobierno está organizando proyectos para apoyar a los migrantes y fortalecer la integración familiar.
El Festival del Migrante permitió que los sampedranos pudieran disfrutar de actos culturales, brigadas médicas e información sobre migración.