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Río Ulúa es la nueva amenaza tras Matthew

  • 26 septiembre 2010 /

La tormenta tropical Matthew se degradó a depresión tropical luego de afectar con lluvias y fuertes vientos a Honduras, pero la pesadilla continúa para diferentes pobladores del Valle de Sula y de El Progreso, Yoro.

La tormenta tropical Matthew se degradó a depresión tropical luego de afectar con lluvias y fuertes vientos a Honduras, pero la pesadilla continúa para diferentes pobladores del Valle de Sula y de El Progreso, Yoro, por el ascenso acelerado del caudal del río Ulúa y otros afluentes. Por ello, la Comisión Permanente de Contingencias, Copeco, mantuvo la alerta roja.

La depresión tropical deja menores daños en Honduras y cerca de 584 evacuados tras su ingreso en el país desde el viernes por el departamento Gracias a Dios.

En la zona noroccidental se da seguimiento ahora al crecimiento del río Ulúa, que según expertos no soportaría más descargas de la represa hidroeléctrica Francisco Morazán y paulatinamente ha aumentado de caudal debido a las lluvias que siguen afectando al occidente del país.

Copeco estableció que debido a la depresión tropical, que ahora afecta a Guatemala y Belice, seguirá la descarga de agua.

“Lo más importante es que hasta ahora no se han registrado personas fallecidas ni desaparecidas. La alerta roja se mantiene por la posible activación de la zona de convergencia intertropical, que dejaría fuertes precipitaciones entre hoy y mañana”, informó ayer el comisionado de Copeco, Lisandro Rosales.

Como parte de las acciones de previsión desarrolladas el viernes, Matthew dejó 404 personas evacuadas y 368 albergadas, derrumbes en algunos sectores como en el occidente del país, daños a cultivos y a algunos pasos de infraestructura.

El Ulúa al acecho

El nivel del río Ulúa era hasta ayer la mayor preocupación del Comité de Emergencia de la zona noroccidental y los habitantes de las zonas bajas.

Las inundaciones afectaban a los municipios de Potrerillos, Pimienta y El Progreso.

El temor de los habitantes, que vieron sus casas anegadas y sus cultivos, aumentaba aunque ayer al mediodía se suspendieron las descargas. La altura del Ulúa, que el viernes a las cuatro y media de la tarde estaba en 6.63 metros sobre el nivel del mar, registraba ayer a esa misma hora 7.29 metros, sobrepasando el nivel máximo estimado por las autoridades, que es de 7.28 metros.

A las cinco de la tarde, la altura era mayor. El ingeniero de la Comisión para el Control de Inundaciones del Valle de Sula, Luis Acosta, informó que estaba en 7.55 metros.

“Esto generará problemas en cualquier punto del Valle; va a reventar bordos”. Acosta dijo que el río Ulúa no soportaría más agua proveniente de las descargas.

“Las instrucciones son que, aunque llueva mucho, traten de amortiguar las descargas para no afectar más las zonas bajas”, señaló.
A la altura de Chinda, Santa Bárbara, el Ulúa mostraba una baja.

“Eso es un buen augurio, pero tenemos muchas lluvias en el occidente, incluso en la cuenca de El Cajón y Yoro”.

El experto comparó la crecida del Ulúa con la ocurrida durante la tormenta Gert en 1993.

“En ese tiempo no había bordos de retención y el Ulúa se unió con el Chamelecón. Actualmente, el Ulúa está en su cauce. A los campesinos del Valle de Sula ya se les había advertido de esta situación. Es probable que en algún punto la situación se agrave. El mayor impacto lo van a sentir las zonas agrícolas”, señaló Acosta.

Angustia e impotencia

Los pobladores de las zonas bajas de Potrerillos ya temían la crecida, pues el agua avanzaba en los pasajes de los barrios, inundando más las viviendas que desde hace varias semanas evacuaron.

La impotencia de decenas de pobladores era evidente ayer y expresaron que están cansados de pasar anualmente por la misma situación y ver cómo se derrochan grandes cantidades de dinero en busca de las soluciones que no tienen efecto.

En Villanueva no se reportaban hasta ayer inundaciones, pero se temían posibles filtraciones en los bordos de algunas zonas. En el municipio de La Lima, la calma era relativa, pues el río Chamelecón no mostró ayer un crecimiento considerable en comparación con el Ulúa, pero las autoridades mantienen la vigilancia preventiva.

En El Progreso

Los pobladores de la comunidad de San José de la Tarrera llevan 45 días lidiando con las inundaciones, las plagas y la falta de víveres. Son 38 familias las que se encuentran aisladas y apenas han recibido dos raciones de alimentos y equipos de higiene. Los cultivos de palma africana, maíz, plátano, yuca y árboles frutales están bajo el agua.

Miguel Ángel Gonzales, presidente del patronato de la comunidad, hizo un llamado urgente al Gobierno para que los apoye. “Vivimos de lo que sembramos y ahora no tenemos ni siquiera semilla para restablecer nuestros cultivos cuando baje el agua. Esperamos que las autoridades hagan algo al respecto”, expresó Gonzales.

Julia Aguilar, vecina de la comunidad, asegura que lo que más daño les ha causado son las descargas de El Cajón. “Estamos peor que cuando el huracán Mitch porque en ese entonces las llenas no duraron mucho y ahora estamos incomunicados desde hace más de un mes”.

La escuela Manuel de Jesús Cabrera también está inundada; a pesar de ello, los alumnos no han dejado de recibir clases todo este tiempo.

Hasta ayer por la tarde, la comunidad de Amapa seguía incomunicada debido a que las aguas del canal de alivio no bajaban.
Santa Rita

El paso por el puente provisional sobre el río Humuya en Santa Rita, Yoro, fue interrumpido más de tres horas, desde las once de la mañana hasta las tres de la tarde, mientras el Cuerpo de Bomberos retiraba algunos árboles arrastrados por la corriente que se quedaron atascados en las bases de la estructura.

El capitán José Ledis Morales, comandante de bomberos de Santa Cruz de Yojoa, Cortés, informó que tomaron la decisión de interrumpir el paso para evitar accidentes.

“Esos árboles representaban un riesgo para la estructura y por ende para los conductores”, manifestó.

Matthew produce sólo lluvias

En Guatemala, la depresión tropical pasó ayer mismo por la frontera con Belice y seguirán las lluvias entre moderadas y fuertes, informaron autoridades de ese país centroamericano.

Las precipitaciones en ese país persistirán hoy, según el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología. La depresión ingresó por el sur de Belice y la frontera con el departamento guatemalteco de Petén. La trayectoria de Matthew es hacia el norte de Petén, fronterizo con Belice, rumbo a Yucatán, México, según la última fotografía de satélite. En Costa Rica, el Gobierno informó hoy que reina la tranquilidad porque Matthew sólo causará lluvias leves sobre la provincia de Guanacaste, en el Pacífico norte del país y fronteriza con Nicaragua.

Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala declararon desde el miércoles alertas preventivas por Matthew.