Como si resurgiera de la cenizas se ha reconstruido cada parte y detalle del palacio episcopal de esta ciudad, reducido a escombros el 15 de diciembre de 2009, cuando un supuesto cortocircuito hizo que el inmueble fuera consumido por las feroces llamas.
Ese día, la gente no daba crédito a lo que sus ojos veían: la iglesia que durante años había servido para buscar la comunión con Dios y recibir paz espiritual fue devastada por el fuego que apenas permitió que un grupo de pobladores rescatara una parte de las imágenes religiosas que se encontraban dentro del edificio.
Este edificio arzobispal había sido construido en 1545 y en 1676 funcionó en el lugar un colegio y luego la primera universidad nacional.
En 1965 fue restaurado y convertido en museo por el obispo Bernardini Mazzarella. Tiempo después fue remodelado por la Iglesia Católica.
En el incendio se perdieron muchos documentos importantes para la historia no solo del país, sino de Centroamérica; todas las actas que se encontraban en el museo eclesiástico fueron consumidas por el fuego.
En esa ocasión, cientos de rostros tristes por lo ocurrido pensaron que pasarían muchos años antes de que funcionara de nuevo el obispado.
Reconstrucción de obispado
Carlos Yuja, coordinador de la construcción del palacio episcopal, dijo que los trabajos para reconstruir el obispado han sido arduos, pero la recompensa es grande.
“Lo único que quedó aquí después del incendio fueron las paredes. Todo tuvimos que hacerlo nuevamente”.
Agregó que los trabajos se hicieron por etapas y esperan tener terminado todo para inicios de 2012. “Hemos trabajado 26 meses sin parar y esperamos tener terminado todo para finales de febrero del próximo año”.
Según Yuja, una persona les donó la madera de caoba para reconstruir las piezas. Se han elaborado más de 130 puertas y cien ventanas. “Todo tendrá el mismo diseño. Tratamos de que el palacio episcopal quedara igual que antes, lo único que ha cambiado son las medidas de seguridad para evitar que vuelva a ocurrir lo mismo”. El costo de la reconstrucción ronda los 16 millones de lempiras.
