17/06/2025
12:21 AM

Realizan segundo transplante de cara en Francia

Un paciente ha recibido el segundo trasplante de cara en Francia se encuentra “bien” aunque habrá que esperar “varios meses” para conocer el resultado de la operación, afirmó ayer el cirujano que la practicó Laurent Lantiéri.

Un paciente ha recibido el segundo trasplante de cara en Francia se encuentra “bien” aunque habrá que esperar “varios meses” para conocer el resultado de la operación, afirmó ayer el cirujano que la practicó Laurent Lantiéri.

“Hemos logrado unir las venas, arterias, músculos y nervios, pero todo trasplante está asociado a un episodio de rechazo. No podemos decir que todo va bien”, aseguró el doctor.

La operación, la segunda de este tipo en Francia y la tercera en el mundo, es la primera que se practica sobre un hombre que sufría una enfermedad degenerativa, puesto que en los dos casos anteriores fueron en pacientes que habían sufrido accidentes.

El equipo del doctor Lantiéri, que efectuó la operación en el hospital Henri Mondor de Créteil, en las afueras de París, señaló que se retiró el tejido patológico antes de trasplantar uno sano procedente de un donante anónimo, lo que constituye un procedimiento que calificaron de “innovador”.

Labor

La operación, en la que se trasplantó la boca, el mentón y una parte de las mejillas, se realizó el pasado domingo, duró quince horas.

El paciente todavía no ha podido ver el resultado de la misma, pero según los facultativos, su familia se ha mostrado muy satisfecha del resultado.

Privacidad

El doctor Lantiéri avisó de la importancia de preservar la identidad del paciente y aseguró que toda imagen que sea publicada del mismo será “un robo”.

“Hay que detener la sobremediatización de este caso”, aseguró el médico, que calificó la operación como “un trasplante normal”.

Sobre el paciente se sabe que es un hombre de 27 años que sufría de la enfermedad de Von Recklinghausen, un mal degenerativo que le deformaba el rostro, similar al del protagonista de la película “Elephant man”.

Aunque había terminado una carrera universitaria, la deformación de su cara le impedía encontrar un trabajo, algo que le provocaba un gran malestar.