El Progreso, Honduras.
Personal de la Secretaría de Salud de esta ciudad hace visitas periódicas al centro penal para evaluar a los internos que presentan tos por más de dos semanas, eso con el fin de corroborar que no padezcan de tuberculosis y, de padecerlo, comenzar con un tratamiento.
Gladis Solís, jefa de Enfermería del centro de salud Carlos B. Gonzales, informó que en las últimas atenciones a los privados de libertad, de 84 muestras, dos resultaron positivas.
“Esos pacientes ya se encuentran aislados del resto de compañeros y con un tratamiento para que se curen”, dijo la doctora.
En oportunidades anteriores en esas instalaciones encontraron otros portadores del bacilo: estos ya se curaron.
En el recinto progreseño hay más de 400 internos, la capacidad de este es 270. El hacinamiento es uno de los problemas que aumenta la vulnerabilidad de los presos a las enfermedades.