El Hospital Escuela ha empleado procedimientos médicos de guerra ante la falta de insumos y anestesia para suturar a los pacientes.
Un menor de edad, cuyo nombre ha sido omitido a solicitud de sus padres, vivió en carne propia este tipo de técnicas.
El calvario del joven de 17 años comenzó el mediodía del lunes 5 de marzo cuando bajaba de un autobús a la altura de la colonia 21 de febrero.
El conductor puso en marcha la unidad cuando el adolescente aún bajaba, hecho que provocó que el menor cayera al suelo y que una de las llantas traseras pasara sobre su pierna derecha.
De inmediato fue trasladado hasta la emergencia del Hospital Escuela, en donde lejos de aliviarle su dolor, se lo agravaron.
Según el relato de su madre, Maura Mendoza, luego de esperar dos horas para que lo atendieran y que le indicaran a su padre, Eduardo Espinal, que debía comprar yeso, los médicos de la unidad de emergencia del Escuela procedieron a limpiar la herida y posteriormente a suturarlo, sin aplicarle la respectiva anestesia.
“Los gritos que pegaba mi hijo eran horribles, le agarrábamos la cabeza y los brazos para que se controlara, pero era inútil, el dolor que sentía era mayor”, relata Mendoza.
Clínica privada
La situación provocó que Espinal gestionara con su empleador, el médico y diputado suplente al Congreso Mario Zelaya, el traslado del joven a una clínica privada.
“Lo que sucedió con este muchacho en el hospital es único. Este tipo de procedimientos se utiliza en las guerras”, dijo el galeno.
Sépalo
Dolor
La versión de la madre es corroborada por el menor, quien afirma que en ningún momento se le aplicó alguna inyección.
Lo dijo
“Hemos comenzado a investigar lo que ha ocurrido con este paciente, pero no encontramos el registro de ingreso”, comentó Isaí Gutiérrez, director del Hospital Escuela.