Las Capucas, Copán, Honduras.
Una caída estrepitosa en la facturación de divisas, derivadas de la venta de café, sufrirá este año el país como consecuencia de los bajos precios de cotización que ha registrado el grano durante la cosecha 2017-2018 en el mercado nacional e internacional.
El valor de la carga de café (dos quintales) actualmente se sitúa en un promedio de 123.13 dólares (2,900 lempiras), lo que significa una disminución del 15% en comparación con el ciclo pasado, que fue de 145.68 dólares (3,400 lempiras), es decir 22.56 dólares menos.
En algunos períodos de esta cosecha el precio ha descendido a 108 dólares (2,548 lempiras), uno de los más bajos de los últimos siete años.
Según el Instituto Hondureño del Café (Ihcafé), hasta la fecha se han exportado 4.7 millones de quintales, 100,000 más que en el mismo período del año pasado.
Sin embargo, por esas ventas solo se facturaron ingresos de 582 millones de dólares (13,735.2 millones de lempiras), lo que refleja una caída de 104 millones de dólares (2,454.4 millones de lempiras).
Proyecciones
Omar Fúnez, gerente técnico del Ihcafé, dijo que estiman que las pérdidas totales, al cierre del ciclo productivo, superen los 180 millones de dólares (4,300 millones de lempiras).
“El impacto, comparado con los $1,327 millones obtenidos el año pasado, puede ser de unos $180 millones por los bajos precios”, sentenció Fúnez.
Añadió que los productores están vendiendo la carga del aromático entre 15% y 20% menos que en el ciclo 2016-2017.
La crisis es tan fuerte que muchos productores han optado por vender sus propiedades para hacerles frente a los compromisos económicos adquiridos.
Otros, decepcionados, han decidido emigrar a otros cultivos más rentables.
“Ya se comienza a escuchar de productores que están vendiendo sus fincas. Muchos no podrán pagar las deudas que tienen con los bancos y no hay recursos para las labores de fertilización y manejo de la plantación para el nuevo ciclo que comienza en octubre”, detalló.
Para el representante del Ihcafé es imperativo hacer una readecuación y rediseño de las líneas de crédito de los cafetaleros, donde “haya una verdadera inclusión financiera para los pequeños productores que actualmente no cumplen los requisitos que exige la banca”, concluyó Fúnez.
Crisis
Los caficultores aseguran que para sacar los costos de producción necesitan comercializar la carga del aromático a más de 4,500 lempiras, unos 1,100 lempiras adicionales.
“No estamos sacando ni los gastos de lo que cuesta producir una manzana. Estamos preocupados porque las deudas que tenemos son grandes”, manifestó Neptaly Lemus, presidente de la junta local de productores de café del municipio de San Pedro, Copán.
Agregó que la situación del sector es crítica, pues “este ha sido el impacto más fuerte que ha recibido el sector en los últimos 20 años. Jamás habíamos tenido precios tan bajos”.
Otros factores que también incidirán en la reducción de divisas son la pérdidas causadas por el impacto del cambio climático y la falta de mano de obra, este último fue un problema crítico a finales de diciembre de 2017.
“Por el cambio climático las fincas maduraron más rápido y como no contábamos con la suficiente mano para cortar el grano se cayó”, afirmó el cafetalero.
Por su parte, Gerardo Lemus, productor de café de Santa Rosa de Copán, dijo que el problema de la mano de obra se debe a que muchas personas que vivían en las zonas cafetaleras emigraron a las ciudades y Estados Unidos.
“Por lo que nos ha tocado ir a los países vecinos a buscar trabajadores”, lamentó.
Ambos factores impedirán alcanzar la meta fijada de 10.8 millones de quintales exportados, detalló Adilson Ávila, gerente general del Ihcafé. “Prevemos que solo lograremos enviar unos 10 millones. Eso quiere decir que se perderán 800,000 por el cambio climático, la falta de mano de obra, entre otros”, expuso el gerente del Ihcafé.
Un revés a la economía. Este segmento se han convertido en uno de los principales motores económicos del país debido al empleo y el ingreso de 31,700 millones de lempiras en divisas que genera en cada cosecha.
Es por eso que este año el crecimiento económico de Honduras será menor que en 2017, refirió Wilfredo Cerrato, presidente el Banco Central de Honduras y coordinador del Gabinete Económico.
“El año pasado fue extraordinario. Crecimos un 1% arriba del promedio de Centroamérica, fuertemente impulsado por el sector agrícola, específicamente por el café, que mostró un repunte de 44%. Este año, aunque la exportación del grano será mayor, los ingresos serán menores por la caída de precios, eso impactará en el ritmo de crecimiento del país que pasará de 4.8 a 4.2%”, explicó.
Recolección
Actualmente ya se cosechó el 90% del café que se cultiva en las más de 450,000 manzanas a nivel nacional, manejadas por 120,000 familias hondureñas que generan alrededor de dos millones de puestos de trabajo.
Una caída estrepitosa en la facturación de divisas, derivadas de la venta de café, sufrirá este año el país como consecuencia de los bajos precios de cotización que ha registrado el grano durante la cosecha 2017-2018 en el mercado nacional e internacional.
El valor de la carga de café (dos quintales) actualmente se sitúa en un promedio de 123.13 dólares (2,900 lempiras), lo que significa una disminución del 15% en comparación con el ciclo pasado, que fue de 145.68 dólares (3,400 lempiras), es decir 22.56 dólares menos.
En algunos períodos de esta cosecha el precio ha descendido a 108 dólares (2,548 lempiras), uno de los más bajos de los últimos siete años.
Según el Instituto Hondureño del Café (Ihcafé), hasta la fecha se han exportado 4.7 millones de quintales, 100,000 más que en el mismo período del año pasado.
Sin embargo, por esas ventas solo se facturaron ingresos de 582 millones de dólares (13,735.2 millones de lempiras), lo que refleja una caída de 104 millones de dólares (2,454.4 millones de lempiras).
| Un equipo de Diario LA PRENSA hizo un recorrido por las fincas de San Pedro y Santa Rosa de Copán para conversar con los preocupados cafetaleros sobre el impacto de los bajos precios del grano en el mercado nacional e internacional. Fotos: Yoseph Amaya
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Omar Fúnez, gerente técnico del Ihcafé, dijo que estiman que las pérdidas totales, al cierre del ciclo productivo, superen los 180 millones de dólares (4,300 millones de lempiras).
“El impacto, comparado con los $1,327 millones obtenidos el año pasado, puede ser de unos $180 millones por los bajos precios”, sentenció Fúnez.
Añadió que los productores están vendiendo la carga del aromático entre 15% y 20% menos que en el ciclo 2016-2017.
La crisis es tan fuerte que muchos productores han optado por vender sus propiedades para hacerles frente a los compromisos económicos adquiridos.
Otros, decepcionados, han decidido emigrar a otros cultivos más rentables.
“Ya se comienza a escuchar de productores que están vendiendo sus fincas. Muchos no podrán pagar las deudas que tienen con los bancos y no hay recursos para las labores de fertilización y manejo de la plantación para el nuevo ciclo que comienza en octubre”, detalló.
Para el representante del Ihcafé es imperativo hacer una readecuación y rediseño de las líneas de crédito de los cafetaleros, donde “haya una verdadera inclusión financiera para los pequeños productores que actualmente no cumplen los requisitos que exige la banca”, concluyó Fúnez.
| El valor de la carga de café (dos quintales) actualmente se sitúa en un promedio de 123.13 dólares.
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Los caficultores aseguran que para sacar los costos de producción necesitan comercializar la carga del aromático a más de 4,500 lempiras, unos 1,100 lempiras adicionales.
“No estamos sacando ni los gastos de lo que cuesta producir una manzana. Estamos preocupados porque las deudas que tenemos son grandes”, manifestó Neptaly Lemus, presidente de la junta local de productores de café del municipio de San Pedro, Copán.
Agregó que la situación del sector es crítica, pues “este ha sido el impacto más fuerte que ha recibido el sector en los últimos 20 años. Jamás habíamos tenido precios tan bajos”.
Otros factores que también incidirán en la reducción de divisas son la pérdidas causadas por el impacto del cambio climático y la falta de mano de obra, este último fue un problema crítico a finales de diciembre de 2017.
“Por el cambio climático las fincas maduraron más rápido y como no contábamos con la suficiente mano para cortar el grano se cayó”, afirmó el cafetalero.
Por su parte, Gerardo Lemus, productor de café de Santa Rosa de Copán, dijo que el problema de la mano de obra se debe a que muchas personas que vivían en las zonas cafetaleras emigraron a las ciudades y Estados Unidos.
“Por lo que nos ha tocado ir a los países vecinos a buscar trabajadores”, lamentó.
Ambos factores impedirán alcanzar la meta fijada de 10.8 millones de quintales exportados, detalló Adilson Ávila, gerente general del Ihcafé. “Prevemos que solo lograremos enviar unos 10 millones. Eso quiere decir que se perderán 800,000 por el cambio climático, la falta de mano de obra, entre otros”, expuso el gerente del Ihcafé.
Un revés a la economía. Este segmento se han convertido en uno de los principales motores económicos del país debido al empleo y el ingreso de 31,700 millones de lempiras en divisas que genera en cada cosecha.
Es por eso que este año el crecimiento económico de Honduras será menor que en 2017, refirió Wilfredo Cerrato, presidente el Banco Central de Honduras y coordinador del Gabinete Económico.
“El año pasado fue extraordinario. Crecimos un 1% arriba del promedio de Centroamérica, fuertemente impulsado por el sector agrícola, específicamente por el café, que mostró un repunte de 44%. Este año, aunque la exportación del grano será mayor, los ingresos serán menores por la caída de precios, eso impactará en el ritmo de crecimiento del país que pasará de 4.8 a 4.2%”, explicó.
Recolección
Actualmente ya se cosechó el 90% del café que se cultiva en las más de 450,000 manzanas a nivel nacional, manejadas por 120,000 familias hondureñas que generan alrededor de dos millones de puestos de trabajo.