Carmen Marisela Hernández, una mujer originaria de La Estanzuela, Marcala, La Paz, se convirtió en la primera hondureña en dar a luz mediante un parto en agua en el Hospital Enrique Aguilar Cerrato (HEA) de La Esperanza, Intibucá.
“Fue una experiencia tranquila, diferente y hermosa. Sentí mucha seguridad y apoyo del personal que me acompañó en todo momento”, expresó Carmen tras el nacimiento de su hijo, Eithan Aziel Molina Hernández, un hecho que marca un precedente en la atención materna del sistema público hondureño.
Su esposo, Dennis Alfonso Molina, destacó que el proceso se llevó a cabo en un ambiente seguro y con serenidad. “Llevo esta experiencia de poder contar lo que viví, siendo el primer padre que acompañó a su esposa e hijo en un nacimiento en agua”, manifestó emocionado.
El parto fue parte del Diplomado en Prácticas Seguras y Respetuosas del Parto y Posparto con Enfoque de Interculturalidad, dirigido al personal médico y de enfermería del hospital. La capacitación fue impartida por la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), bajo la coordinación de Karen Ivonne Lacayo Arzú, con el acompañamiento de la partera mexicana Mirna Amaya.
“Con este proyecto, Honduras se suma a la tendencia mundial de promover partos humanizados en el sistema público de salud, con un enfoque de respeto, ciencia y cultura”, afirmó Lacayo.
Iniciativa
La iniciativa forma parte de un esfuerzo conjunto entre la UNAH, la Secretaría de Salud, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y el Gobierno de Canadá, con el propósito de ofrecer nacimientos más seguros, humanizados y respetuosos de las tradiciones culturales.
El parto en el agua es una forma natural de traer niños al mundo que se inició en los años 70. El contacto con el agua cálida y la relajación que esta provoca, disminuye el dolor de las contracciones uterinas típicas del parto y hace desaparecer el efecto de la gravedad.
Las mujeres que han pasado por esta experiencia de parto por inmersión en agua parecen recomendarla y la califican como distinta, irrepetible y menos traumática. Sin embargo, el parto en el agua no está recomendado en todas las situaciones.