San Pedro Sula, Honduras
Hace dos semanas dejó de laborar el último grupo de los 340 empleados que están al frente de la construcción del nuevo centro penal noroccidental, debido a un nuevo atraso en el desembolso de los fondos.
Esta situación se ha repetido en diversas ocasiones porque el Gobierno no ha hecho los ajustes necesarios para que el dinero, proveniente de la Tasa de Seguridad, sea depositado antes que se agote.
Monseñor Rómulo Emiliani, presidente del comité, dijo que hace un mes comenzaron los despidos del personal, porque no había fondos para pagar salarios ya que los encargados de la Tasa de Seguridad no han hecho los depósitos correspondientes aduciendo que no tienen dinero.
Los últimos 700 mil lempiras que les quedaban estaban depositados en el Banco Continental, pero solo “retiramos 208 mil lempiras, porque es lo que se permitía, poco a poco retiraremos el dinero”.
El comité adeuda L2 millones en sueldos a los trabajadores, pero requiere de un total de L60 millones para finalizar la primera fase del proyecto avanzada hasta el momento en 85%.
La primera etapa la conforman seis pabellones, un centro administrativo, talleres y campos de juegos. Allí estarían internos unos 1,250 reclusos. Un número similar ocuparía la segunda fase. “Pudimos haber terminado esta parte en febrero, a más tardar en marzo, pero con estos atrasos no será posible”.
Agregó que están en proceso de abrir otra cuenta de banco para que los encargados de la Tasa de Seguridad hagan los depósitos a más tardar la próxima semana, al menos los 2 millones de lempiras para saldar la deuda con los empleados.
Regularmente las partidas que da el Gobierno son de L20 millones, que ajustan un mes aproximadamente. “Nuestra responsabilidad es entregar el centro y la responsabilidad del Gobierno es hacer los desembolsos”, dijo Ilsa Díaz Zelaya, miembro del comité.
Zelaya cuestionó que hay muchos funcionarios que están tratando de “meter mano” en el proyecto.
