El pasado viernes 21 de diciembre se cerró oficialmente el año lectivo 2012, destacando el incumplimiento de los 200 días de clases, según los padres de familia.
A pesar de todo, destaca la lucha que libró Marlon Escoto, ministro de Educación, para que los docentes no se ausentaran de las aulas de clases.
Esos esfuerzos dejaron ciertos resultados, como las audiencias de descargo de unos cinco mil maestros en todo el país que abandonaron sus puestos de labores para participar en asambleas informativas y protestas callejeras. En esas audiencias, solo tres docentes fueron separados del sistema educativo y cerca de 450 recibieron sanciones como la deducción de uno y dos días de salarios.
Pero la meta más importante no se logró: que los docentes permanecieran 200 días en las aulas de clases. De hecho, la Secretaría de Educación amplió la duración del año escolar, del 30 de noviembre al 21 de diciembre.
Según los datos oficiales de Educación, en el sistema se perdieron cerca de 25 días de clases en promedio.
Pero la Asociación Hondureña de Padres de Familia afirma que fueron 35 los días que los docentes se ausentaron de las escuelas y colegios.
Las tres semanas que se amplió el año escolar fueron más de trámite que de otra cosa; pero al menos los docentes asistieron a los centros educativos. La mayoría de los colegios concluyeron el viernes el año lectivo con las graduaciones de sus profesionales.
La Secretaría de Educación anunció que planea invertir, en 2013, cerca de 2,150 millones de lempiras en proyectos de infraestructura en los centros educativos del país. Marlon Escoto informó que cerca de 981 millones de dólares serán donados por la cooperación internacional, y los restantes 1,169 millones serán créditos.
