San Pedro Sula, Honduras
El sacerdote Leopoldo Serrano, quien en 2024 caminó desde San Pedro Sula hasta Tegucigalpa para exigir mejores condiciones de vida para las familias que en 2020 fueron afectadas por un derrumbe en la colonia La Reina de Protección, Santa Bárbara, reveló que planea una nueva caminata para protestar por las promesas incumplidas.
En una entrevista exclusiva con LA PRENSA, Serrano compartió que en 2024, cuando decidió emprender su viaje en señal de protesta por los proyectos inconclusos en la colonia San Francisco de Asís, en Macuelizo, Santa Bárbara, donde fueron reubicadas las familias, varios ministros y diputados lo llamaron para tratar de disuadirlo, alegando que generaría "alboroto".
No obstante, su compromiso y determinación fueron más fuertes, logrando llegar a casa presidencial a principios de julio, donde se reunió con la presidenta Xiomara Castro, con quien ha estado en comunicación desde entonces.
El religioso contó que en esa reunión, la mandataria le prometió instruir a sus ministros que instalaran la energía eléctrica, que se completara la pavimentación de la colonia, el pozo para abastecer de agua a las viviendas, la planta de tratamiento de aguas residuales y que se construyera un centro educativo.
Sin embargo, hasta la fecha solo se ha cumplido con la instalación de la energía eléctrica y se ha avanzado con el proceso de titulación de la tierra, por lo que considera que la reubicación de los pobladores afectados por el derrumbe en 2020 tras las tormentas Eta y Iota aún es un proyecto inconcluso.
Explicó que el pozo no está habilitado porque la compañía que contrató el Estado no instaló la bomba y lo mismo ocurre con la planta de tratamiento de aguas residuales. Para poder tener agua en sus hogares, la comunidad se unió "para comprar tubería y traer el agua desde la montaña".
"Estoy preocupado, la gente está preocupada. Otra vez nos engañaron", lamentó Serrano, quien aclaró que no culpa a la presidenta Castro, sino a la lentitud o falta de voluntad de los ministros del Fondo Hondureño de Inversión Social (Fhis) y la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SIT).
Condiciones antipedagógicas
Para el padre Leopoldo, los más afectados son los niños, que reciben clases en una galera de madera, con alambre o malla de ciclón en lugar de paredes, cubiertas con lonas para protegerse del sol.
Ahí, los maestros imparten clases en dos jornadas, algunos incluso atienden dos grados a la vez para que nadie se quede sin el pan del saber. Mientras que los niños están expuestos al polvo y las altas temperaturas.
Durante el recorrido, el equipo de LA PRENSA presenció como el profesor Roger Edgardo Reyes, que atiende quinto y sexto grado, tuvo que auxiliar a uno de sus alumnos debido a que su nariz comenzó a sangrar producto del intenso calor.
"Es una situación complicada, como docentes estamos preparados para cualquier realidad, pero para los alumnos es difícil, están expuestos al calor, las lluvias o el frío, por eso son propensos a enfermarse", expresó.
Apuntó que las condiciones son antipedagógicas, pues los niños reciben clases en un espacio reducido, expuestos a las condiciones del clima y se distraen fácilmente con los vehículos, motocicletas o cualquier ruido externo, por lo que pide a las autoridades que agilicen la construcción del centro educativo que les prometieron.
Alex Javier, un estudiante de sexto grado, indicó que las condiciones en las que reciben clases son difíciles debido al calor, pero que en la época de lluvia y frío es peor, ya que no tienen una escuela para recibir clases en condiciones dignas.
"Queremos tener una escuela con todos los grados, con baños, pupitres, computadoras y una cancha para jugar fútbol, donde podamos aprender y divertirnos. Les pedimos que se apuren a construirla porque no podemos seguir así", dijo.
¿Qué pasó con el video de Shin Fujiyama?
Serrano expuso que el filántropo e influencer japonés Shin Fujiyama se comprometió a construir tres aulas, pero al final decidieron quedarse con la propuesta del gobierno, debido a que prometieron un centro de educación básica, donde impartieran clases desde kínder hasta noveno grado.
El edificio, valorado en unos 20 a 25 millones de lempiras, contaría con baños, un laboratorio de computación y espacios recreativos, pero hasta la fecha solo ha recibido excusas por parte de las autoridades competentes, que han expresado que aún falta la licitación de la compañía supervisora.
"Me tienen así desde hace meses. Me dicen ´en un mes vamos a iniciar´, luego que en dos semanas y no llegan. No sé qué está pasando, qué los está retrasando, el dinero está, hemos estado en comunicación, pero todo se queda en palabras", denunció.
El sacerdote, que en 2019 se sometió a una cirugía de corazón abierto, dio un ultimátum a las autoridades del Fhis y la Secretaría de Infraestructura y Transporte, advirtiendo que si estas obras no inician el 20 de junio, emprenderá una nueva caminata para exigir a los ministros Warren Ochoa y Octavio Pineda que cumplan, aunque tenga que arriesgar su propia vida en el camino.
"Podría morir en el intento por el esfuerzo físico. También lo pensé la primera vez que caminé hasta Tegucigalpa, pero tal vez así logramos que construyan la escuela y terminen los otros proyectos, ya que a veces solo escuchan a las personas después de que han muerto", añadió.
