Este jueves, pacientes renales denunciaron la supuesta mala atención que reciben de la empresa encargada de brindar los tratamientos de hemodiálisis contratada por la Secretaría de Salud.
Nahún Ramírez, vocero de los pacientes renales, indicó que hay decenas de pacientes afectados, debido a que la clínica no cuenta con la capacidad adecuada para brindar el servicio a todos los enfermos renales.
“Nos han mandado a un lugar donde no deseamos estar; a una clínica que no tiene la capacidad de atendernos porque hay demasiada gente. Llega gente desde Danlí, Jamastrán y otras zonas, salen a las dos de la mañana para poder recibir tratamiento. Es un caos”, relató.
Explicó que son cerca de 800 pacientes que reciben hemodiálisis en la clínica, lo que ha provocado hacinamiento, y riesgo para los enfermos por la falta de protocolos de bioseguridad.
“Eso está poniendo en riesgo la vida de los pacientes. Hubo casos de mala praxis; no usaban los protocolos adecuados, y varios pacientes terminaron infectados”, aseguró.
Las denuncias contra la clínica privada contratada por el Estado han sido constantes, por presunta negligencia médica, falta de insumos y precariedad en las condiciones de atención.
A finales de octubre los enfermos se plantaron en las oficinas del Ministerio Público, exigiendo a las autoridades que se agilicen las denuncias que han presentado.
Desde hace más de cuatro meses que los pacientes vienen presentando denuncias, pero no nos han dado respuesta, manifestó una de las afectadas.
“Queremos que el fiscal general actúe con la misma rapidez que en otros casos. Nosotros somos seres humanos y tenemos derecho a vivir”, expresó.
Durante ese período han muerto unos 40 enfermos, indicaron los pacientes. “Nos trasladaron a otro centro donde no recibíamos la atención adecuada. Nos están condenando a morir lentamente”, lamentó Lourdes Valdez.