Las denuncias contra la clínica privada contratada por el Estado han sido constantes, por presunta negligencia médica, falta de insumos y precariedad en las condiciones de atención
Los pacientes renales podrían quedarse sin sus sesiones de diálisis, debido a que los empleados de una de las empresas encargadas de brindar estas atenciones podrían irse a paro de labores.