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Oran para que cese la violencia en Honduras

  • 14 abril 2017 /

El obispo auxiliar de la arquidiócesis de Tegucigalpa inició la procesión del viacrucis en el centro de la capital.

    Tegucigalpa, Honduras.

    Los feligreses capitalinos rememoraron el sacrificio que vivió Jesús camino al Calvario.

    La pasión, muerte y resurrección del Salvador del mundo fue representada a través de cuadros vivos en diferentes sectores del Distrito Central.

    Las procesiones fueron acompañadas por multitudes, quienes entre oraciones y cánticos ofrecieron las horas de caminata como sacrificio del Viernes Santo.

    Con oraciones, católicos agradecen que Dios haya entregado a su único hijo para salvar al mundo.
    Desde la iglesia San Francisco hasta el templo El Calvario se recordaron las diferentes etapas vividas por el Hijo de Dios desde que fue aprehendido hasta su crucifixión. El Viernes Santo se acostumbra que las imágenes de las iglesias se cubran con tela morada en señal de la ausencia de Jesús.

    La imagen de la Virgen María, por su parte, se viste de negro como muestra de su luto. También es tradición rezar en el viacrucis y meditar sobre las siete palabras de Jesús en la cruz; así como participar en la liturgia de adoración a la cruz, y acompañar a Jesús en el sufrimiento.

    Los capitalinos reviven los últimos momentos de la vida del Salvador del Mundo a través de las 15 estaciones de la Vía Dolorosa
    Mensaje

    La procesión en la capital fue dirigida por el obispo auxiliar Juan José Pineda, en representación del cardenal Óscar Andrés Rodríguez. “Hoy Tegucigalpa está en Siria y Siria está en Tegucigalpa”, dijo al inicio de la marcha religiosa, por los últimos hechos en el país asiático. A lo largo de la caminata se realizaron oraciones y reflexiones sobre acontecimientos de la vida nacional, como la entrega de los obreros de la construcción, las personas que laboran entre la basura, y los enfermos.

    En la cuarta estación el religioso volvió a referirse al conflicto en Siria, a la guerra y al terrorismo para luego comparar el sufrimiento del pueblo asiático con la violencia que se vive en el país.