La Ceiba, Honduras.
Bajo un sol misericordioso, la feligresía católica de La Ceiba recorrió las principales calles y avenidas de la ciudad para revivir el camino de Jesús a su crucifixión.
La pasión del Hijo de Dios hace más de dos mil años fue recreada por los jóvenes de la Pastoral Juvenil de la diócesis de La Ceiba, siendo uno de los actos religiosos más llamativos de esta ciudad.
En cada una de las estaciones de este misterio de muerte y resurrección de Jesús, los fieles meditaron sobre la familia, tema principal escogido por la Iglesia este año.
“La familia es el tema de Honduras en este año, toda la evangelización de este tiempo de cuaresma y pascua está en torno a la familia, esa célula tan importante, queremos construir familias de comunión, familias de amor y de fe, familias como la iglesia doméstica y santuario de Dios, algo sagrado”, expresó monseñor Miguel Lenihan, obispo de la Diócesis de La Ceiba.
También la iglesia ceibeña elevó plegarias por la cruda realidad social que agobia a su ciudad y al país.
Además del viacrucis, también hubo elaboración de alfombras de aserrín, que desde hace cuatro años se suman al atractivo religioso de esta ciudad. Los cuadros de vivos colores fueron elaborados en la avenida San Isidro desde la 9 calle hasta la 11. El instituto Pico Bonito y las comunidades eclesiales de la parroquia de La Ceiba promueven estas obras religiosas, que son preparadas para la procesión del Santo Entierro.
Bajo un sol misericordioso, la feligresía católica de La Ceiba recorrió las principales calles y avenidas de la ciudad para revivir el camino de Jesús a su crucifixión.
La pasión del Hijo de Dios hace más de dos mil años fue recreada por los jóvenes de la Pastoral Juvenil de la diócesis de La Ceiba, siendo uno de los actos religiosos más llamativos de esta ciudad.
En cada una de las estaciones de este misterio de muerte y resurrección de Jesús, los fieles meditaron sobre la familia, tema principal escogido por la Iglesia este año.
| Jóvenes recrearon cada una de las escenas que lo tocó vivir a Jesús en su calvario a la cruz.
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También la iglesia ceibeña elevó plegarias por la cruda realidad social que agobia a su ciudad y al país.
Además del viacrucis, también hubo elaboración de alfombras de aserrín, que desde hace cuatro años se suman al atractivo religioso de esta ciudad. Los cuadros de vivos colores fueron elaborados en la avenida San Isidro desde la 9 calle hasta la 11. El instituto Pico Bonito y las comunidades eclesiales de la parroquia de La Ceiba promueven estas obras religiosas, que son preparadas para la procesión del Santo Entierro.
| Las alfombras de aserrín se han convertido en un símbolo de la expresión religiosa de los ceibeños.
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