San Pedro Sula, Honduras.
Reconociendo que el único que puede restablecer una familia es Jesucristo, el viacrucis de ayer en San Pedro Sula centró su mensaje en la integración de los hogares.
Fueron 15 estaciones donde se recordó la pasión y muerte de Jesús y al mismo tiempo el sufrimiento que cargan muchas familias hondureñas, pero también la fortaleza, consolación y esperanza que encuentran en Jesús crucificado. Cada estación fue revivida con cuadros dramatizados donde jóvenes, niños y adultos mandaban un mensaje de la necesidad que hay de inculcar valores en la familia, que los padres hagan su papel y dediquen tiempo a sus hijos. Los sampedranos recorrieron las calles y avenidas desde las 6:00 am demostrando fervor y fe al participar en el evento religioso.
Las escenas personificadas en el viacrucis dejaron claro que las familias creyentes encuentran consuelo, paz, ánimo, fortaleza, sentido y esperanza al poner su mirada en Jesucristo. El viacrucis reunió a centenares de familias sampedranas en torno a la cruz del Calvario y lo recorrieron escuchando el relato de la pasión del Señor.
El obispo Ángel Garachana y el párroco de la catedral Glenis Mejía encabezaron la procesión y acompañados por centenares de fieles entonaban cantos que son propios de un Viernes Santo como “Perdona a tu pueblo Señor, perdona a tu pueblo, perdónale Señor”.
Las oraciones y las plegarias por una Honduras en paz conformada por familias integradas se elevaban en un ambiente de solemnidad y devoción. Motivaron a las familias a luchar por los hogares y alejarse de la violencia doméstica y el divorcio.
Fueron tres horas de recorrido donde el clima fue benevolente con los católicos, que madrugaron para revivir la pasión y muerte de Jesucristo. Personas en sillas de ruedas o con algún reto especial también participaron en la procesión. Garachana explicó que este año toda la iglesia de Honduras tiene como lema La familia, casa y escuela del amor.
“Hemos querido que todos los actos de Semana Santa tengan esta clave y orientación. Desde la Comisión Nacional Pastoral se preparó este viacrucis en el que todas las escenas se van relacionando con la vida de la familia, con la vida y la muerte, con el amor y el dolor con la fe y la esperanza. Ha sido una hermosa lección cómo siguiendo los pasos de Jesús podemos aprender a llevar una vida cristiana no solo personal, sino también construyendo la familia en torno al amor y el perdón”, agregó.
El obispo dijo que todos hemos nacido de la familia y como es el núcleo de la sociedad es también de la iglesia. “Recordamos primero a Jesucristo y luego ver cuáles son las cruces, los sufrimientos, las esperanzas de nuestro pueblo y en especial de las familias”.
Garachana invitó a elevar los ojos a Jesucristo, porque ahí están esos valores que van a construir una renovada familia. “La familia se construye con Jesús, ejemplo de amor”.
Pero también el prelado lamentó que son muchas las familias que cargan la pesada cruz de la pérdida de seres queridos asesinados, “porque cuando uno muere violentamente son un centenar de familiares y amigos los que quedan con el corazón desgarrado por el dolor y la ausencia”.
Agregó que no hay que olvidar a las familias que padecen los efectos de la pobreza extrema, sobre todo en el área rural, porque con la pobreza vienen todos los males. “Con tristeza hemos de confesar que muy frecuentemente el sufrimiento es causado por miembros de la propia familia, por la violencia doméstica, por el abandono de las responsabilidades familiares, por las rupturas de los lazos de comunión, por la grave desintegración familiar”, manifestó el obispo.
Parroquias
En muchos sectores de San Pedro Sula se realizaron procesiones, cada parroquia hizo lo suyo de manera que la feligresía católica participó en diversas actividades religiosas en barrios y colonias.
Reconociendo que el único que puede restablecer una familia es Jesucristo, el viacrucis de ayer en San Pedro Sula centró su mensaje en la integración de los hogares.
Fueron 15 estaciones donde se recordó la pasión y muerte de Jesús y al mismo tiempo el sufrimiento que cargan muchas familias hondureñas, pero también la fortaleza, consolación y esperanza que encuentran en Jesús crucificado. Cada estación fue revivida con cuadros dramatizados donde jóvenes, niños y adultos mandaban un mensaje de la necesidad que hay de inculcar valores en la familia, que los padres hagan su papel y dediquen tiempo a sus hijos. Los sampedranos recorrieron las calles y avenidas desde las 6:00 am demostrando fervor y fe al participar en el evento religioso.
| Todos los mensajes en las 15 estaciones del viacrucis fueron dedicados a la integración familiar.
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El obispo Ángel Garachana y el párroco de la catedral Glenis Mejía encabezaron la procesión y acompañados por centenares de fieles entonaban cantos que son propios de un Viernes Santo como “Perdona a tu pueblo Señor, perdona a tu pueblo, perdónale Señor”.
Las oraciones y las plegarias por una Honduras en paz conformada por familias integradas se elevaban en un ambiente de solemnidad y devoción. Motivaron a las familias a luchar por los hogares y alejarse de la violencia doméstica y el divorcio.
| Los sampedranos acudieron masivamente a la recreación de la muerte de Jesús.
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“Hemos querido que todos los actos de Semana Santa tengan esta clave y orientación. Desde la Comisión Nacional Pastoral se preparó este viacrucis en el que todas las escenas se van relacionando con la vida de la familia, con la vida y la muerte, con el amor y el dolor con la fe y la esperanza. Ha sido una hermosa lección cómo siguiendo los pasos de Jesús podemos aprender a llevar una vida cristiana no solo personal, sino también construyendo la familia en torno al amor y el perdón”, agregó.
| Triduo pascual es el período en el que la liturgia cristiana conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesús y constituye el momento central de la Semana Santa
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Garachana invitó a elevar los ojos a Jesucristo, porque ahí están esos valores que van a construir una renovada familia. “La familia se construye con Jesús, ejemplo de amor”.
Pero también el prelado lamentó que son muchas las familias que cargan la pesada cruz de la pérdida de seres queridos asesinados, “porque cuando uno muere violentamente son un centenar de familiares y amigos los que quedan con el corazón desgarrado por el dolor y la ausencia”.
| En la parroquia la Santa Cruz, de la colonia Tara, también se realizó el viacrucis, donde participaron decenas de feligreses. Los parroquianos confeccionaron alfombras de aserrín
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Parroquias
En muchos sectores de San Pedro Sula se realizaron procesiones, cada parroquia hizo lo suyo de manera que la feligresía católica participó en diversas actividades religiosas en barrios y colonias.
El padre Luis Estévez, párroco de la iglesia de Chamelecón, aseguró que en ese sector las personas participaron masivamente en las actividades del Viernes Santo. Igualmente dijo que el tema principal fue la familia y se recordó que “la última palabra en la vida de Jesús no la tiene la muerte sino la vida, la resurrección”.
Reiteró el mensaje de Semana Santa brindado por el obispo Ángel Garachana, donde según el proyecto de Dios, la última palabra no la tiene la ruptura sino el amor, no la tiene la tristeza sino la alegría.