Uno de los expertos que advirtió a OceanGate que el Titán no era seguro está en Roatán, Honduras. Se trata de Karl Stanley, un empresario muy respetado en la industria de los submarinos.
“Este no es uno de los submarinos, pero tiene uno que lleva a los turistas a 2000 pies, y ha realizado 2500 inmersiones sin incidentes”, explica Sranley en un video que se ha viralizado y que medios como ABC han destacado.
Acorde con el video, el CEO de OceanGate, Stockton Rush, estaba buscando personas para dar credibilidad a su diseño, cuando contactó a Stanley.
“Le pidió que lo acompañara en una inmersión, por lo que trajeron el Titán al Caribe, y descendieron a 12,000 pies juntos, pero durante esa inmersión, el Titán comenzó a hacer extraños sonidos de crujido”, dijo.
“Al día siguiente el escribió que eran indicativos de que sonaba como una falla o un defecto en un área sobre la que actúan las tremendas presiones, como que estaba siendo aplastado o dañado, y que el fuerte crujido indicaba un área del casco que se estaba rompiendo, así que planteó esa preocupación a Rush”, agregó.
Pero Rush simplemente lo descartó como algo normal. Sin embargo, Stanley no pensó que fuera normal, así que al día siguiente le escribió un correo electrónico a Rush y en él dijo: “Un ejercicio de pensamiento útil aquí sería imaginar la eliminación de las variables de los inversores, los científicos ansiosos por la misión, su equipo hambriento de éxito, los comunicados de prensa que ya anuncian los horarios de las inmersiones en el verano, imagine que este proyecto fuese autofinanciado y en su propio horario. ¿Consideraría llevar a docenas de otras personas al Titanic antes de que realmente supiera la fuente de estos sonidos?”.
Rush hizo caso omiso de las advertencias de Stanley y meses después se convirtió en una de las cinco víctimas en la implosión de su sumergible experimental.
Stanley ofrece inmersiones seguras en West End, Roatán, donde sus sumergibles han realizado cientos de descensos sin ningún incidente.
El 18 de junio de 2023, el sumergible operado por OceanGate Expeditions Titan desapareció en el océano Atlántico Norte frente a la costa de Terranova. El sumergible estaba diseñado para transportar a cinco personas, entre las que estaban Hamish Harding y el fundador de OceanGate, Stockton Rush; con el fin de ver los restos del Titanic.
El jueves de 22 de junio, 4 días después de la desaparición, tanto la guardia costera de Estados Unidos como la empresa OceanGate informaron de la muerte de las cinco personas a bordo, entre ellas el CEO, debido a una implosión catastrófica que ocurrió aproximadamente una hora y media tras la inmersión.
La implosión habría ocurrido tan rápido, en unos veinte milisegundos, que el cerebro no tuvo tiempo de procesar la información y murieron de forma indolora e inmediata.
