No tuvo compasión ni de su madre porque también le ganó cuando participó en el Festival de la Canción de Verano de Yoro, que tuvo lugar el sábado antepasado en El Progreso. El pequeño Roger Mejía dice que no le dio pesar ganarle a su mamá porque cuando llega a un evento de esos es para llevarse el trofeo del primer lugar sin importar con quién compite.
Con el que ganó el domingo son 16 los trofeos que ha acumulado cantando en diferentes festivales y categorías este niño de 12 años, quien tiene como maestro de música a su profesor de sexto grado.
A los siete años de edad participó por casualidad en una noche de talentos organizada por la Iglesia Mormona de El Progreso, en la que ganó con El triste, de José José. Desde entonces no ha parado de participar en todo evento al que lo invitan para llevarse no solo los premios, sino los aplausos del público.
Heredó el talento de su madre Pamela Mejía y de su padre César Lorvin Reyes, quien canta en varios grupos musicales, pero nadie en la familia lo sabía hasta que una tía suya lo descubrió. Resulta que el niño se ponía a grabarse él mismo con una cámara de video propiedad de su padre cuando nadie lo estaba viendo. Cierta vez, su tía sacó por casualidad la grabación y entonces se dio cuenta de que su sobrinito era todo un artista al ver cómo hacía gala de una voz privilegiada llevando correctamente el compás de la melodía.
A estas alturas, Roger sigue escondiendo su talento detrás de su timidez, pero lo saca a relucir en cuanto se sube a los escenarios. “Se transforma completamente”, dice su madre, quien también canta precioso y trabaja como periodista de Teleprogreso.
En ocasiones, el niño también ha competido con su padre y le ha ganado y otras veces ambos han cantado a dúo canciones como ¿Por qué les mientes?, de Tito el Bambino y Marc Anthony. En un evento, ambos cantaron Perdón al estilo de Vicente y Alejandro Fernández e hicieron llorar a muchas personas del público, comentó su madre. A veces cantan los tres cuando se encuentran por casualidad, ya que la madre y el padre del niño están separados, pero mantienen buena comunicación.
El niño dice que cuando estaba pequeñín le gustaba oír cantar a su madre, pero no se imaginó que llegara a competir con ella. En la familia hasta el abuelo paterno del niño canta, pero a este también le ganó Roger en el último festival. Solo una vez le ganó su madre y se enojó.
