Era un hombre de pasos rápidos, muy conocido en los tribunales adonde tenía muchos amigos. Pedía los expedientes con mucha amabilidad, dijo una empleada judicial.
Rubén Darío Mateo Galán (de 59 años) cursó sus estudios primarios en la escuela República de Chile y la secundaria en el Franklin D. Roosevelt, ambos de Puerto Cortés. Graduado de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, el abogado Mateo Galán se desempeñó como juez de los tribunales de San Pedro Sula. Su colega y amigo óscar Madrid Turcios recordó que el abogado fue reconocido en el deporte por haber presidido la Comisión Nacional de Disciplina de la Federación Nacional de Fútbol de Honduras (Fenafuth).
Sus colegas refieren que era un hombre afable, siempre dispuesto a exponer sus conocimientos en asuntos judiciales. Buen amigo de los periodistas y defensor de la libertad de expresión, como también amante de los deportes. Era tan buen abogado como lo fue jugando fútbol en el equipo del Colegio de Abogados en sus años de juventud, según dijo Madrid Turcios.
Al abogado no le faltaba una pistola que aprendió a usar cuando fungió como juez de Letras de Instancia Militar. Sus compañeros de juego le decían bromeando que dejara la escuadra a un lado antes de entrar al campo de juego, porque no se separaba del arma ni para comer.
Siempre opinaba sobre los juicios públicos que se han dado en el país. Decía que no se puede establecer culpabilidad de un funcionario en actos de corrupción mientras no concluyan las investigaciones del caso.
Hace algunos años, el profesional del Derecho se retiró de la instancia penal para dedicarse completamente al derecho civil. Recibió un fuerte respaldo de sus colegas cuando se postuló para magistrado de la Corte Suprema de Justicia en 2015.
En 2007, el profesional del Derecho sufrió un atentado cuando salía de su oficina junto a otras personas, entre ellas el ahora exfiscal Benjamín Lavaire. La presunción policial indicó que las personas que atentaron contra el togado se conducían en un turismo verde que estacionaron frente al despacho de Galán en espera de que él saliera. En esa ocasión, Mateo Galán y otros abogados se reunieron para analizar el fallo emitido por situaciones ocurridas en un partido entre el Olimpia y el Olanchano.
En varias ocasiones representó legalmente a jugadores como Carlo Costly y también a la expresidenta del Vida, Carla Dip. El Derecho y el fútbol eran su pasión.
Ayer se sentó en el escritorio de su secretaria para atender a sus clientes, sin sospechar que quien llegaría primero sería el hombre que le quitaría la vida.
Poco antes, el abogado había estado en los Juzgados de lo Civil realizando diligencias relacionadas con su profesión y haciendo gala de su característico sentido del buen humor.
Como su secretaria estaba incapacitada, cuando regresó a su bufete tomó el asiento de ella en la antesala de su despacho para atender a un compañero que lo visitaba. Poco después llegó el desconocido fingiendo que buscaba trabajo, le abrieron la puerta de la recepción solo para cometer el hecho criminal. Galán fue llevado a una clínica privada, pero ya había expirado. El médico que lo atendió informó que el conocido togado presentaba un solo balazo en el corazón. “Fue un disparo mortal y de inmediato murió”.
