Los diputados del Congreso Nacional desataron una polémica por la moción de la parlamentaria nacionalista Nora de Melgar, que propuso trasladar la sede del Congreso Nacional al valle de Támara.
Esto ocurrió en la sesión del miércoles anterior en la que, cuando faltaba una agenda programada, los congresistas dedicaron el espacio de la sesión a presentar proyectos y mociones.
La diputada Nora de Melgar, miembro de la mesa directiva, desató la polémica cuando en una moción verbal propuso a la directiva del CN que se fueran haciendo los estudios para trasladar el edificio del Congreso Nacional a un terreno del Estado en el valle de Támara, entre la Penitenciaría Nacional y el hospital psiquiátrico Santa Rosita, una propuesta que causó hilaridad al principio, pero que tomó seriedad cuando la congresista arguyó que el edificio del Palacio Legislativo es insuficiente para albergar a los 128 diputados.
Melgar mencionó el hacinamiento en que se encuentran en la antesala del hemiciclo, en los parqueos y en los cubículos asignados a las comisiones de trabajo. La congresista afirmó que en tales condiciones los diputados no iban a realizar eficientemente su actividad legislativa.
La moción de Nora de Melgar provocó polémica por cuanto quienes intervinieron en su discusión dieron a conocer todas las falencias del Legislativo, tanto administrativas como de espacio físico. Al final, a varios diputados se les iluminó la mente y recordaron que hace años el Congreso suscribió un convenio con el Banco Central de Honduras, mediante el cual la institución se comprometía a ceder dos pisos del edificio principal en las cuales se habilitarían oficinas para los diputados.
Para revivir ese proyecto, el presidente de la Cámara, Juan Orlando Hernández, nombró al congresista Toribio Aguilera como presidente de la comisión que hará los trámites.
Un puente aéreo uniría los dos edificios para darle solución al problema de espacio físico del Congreso, ya que la sugerencia de Nora de Melgar resultó inviable para algunos.