En menos de cinco horas las c asetas de peaje quedaron reducidas a cenizas. Las tres entradas y salidas de la ciudad fueron bloqueadas por los grupos afines a la Alianza y posteriormente destruyeron vidrios y todo lo que encontraron a su paso.
Luego de saquear las casetas, quemaron los inmuebles generando caos entre la población. Después de la quema, las turbas quedaron en las tres salidas paralizando el tráfico con llantas quemadas y barricadas.
Los peajes son algunos de los bienes públicos dañados la noche del jueves y que generó incertidumbre y pánico entre los sampedranos.
Hasta ayer en horas de la tarde no se tenía un informe de todas las pérdidas, pero se había hecho una inversión de alrededor de 60 millones de lempiras en infraestructura y modernización de las casetas, que está a cargo de una compañía que todavía no entregaba el proyecto.
Las pérdidas son millonarias, ya que se destruyeron computadores, sensores, cámaras, aires acondicionados y una serie de equipo que recién se había instalado.
Ayer, por la mañana los protestantes seguían en las entradas y salidas de San Pedro Sula y no había paso en el peaje del este, cuyos ingresos comparte con los municipios de San Manuel y La Lima. Hubo paso en donde estaba el peaje del bulevar del norte que conduce a Puerto Cortés, pero el tráfico fue poco.
Las casetas de peaje generaban a la ciudad un ingreso de 20 millones de lempiras, de donde provenía el dinero para construir las obras en la ciudad, muchas de ellas en proceso de construcción. Un total de 240 millones anuales ingresaban por esas casetas. Esos fondos a partir del próximo año servirían para construir las obras del proyecto Nueva Era, que se trata de llevar pavimentaciones y proyectos pluviales a los barrios y colonias.