Molesto reaccionó ayer el presidente Roberto Micheletti luego de que el mandatario de Costa Rica, Óscar Arias, dijera que no vendrá a la toma de posesión de Porfirio Lobo porque éste no logró sacar del poder a Micheletti.
“Este señor no tiene la capacidad ni la moral para hablar de esa forma contra nuestro pueblo, contra nuestro país”, comentó Micheletti, y afirmó que “desde luego que sí” se mantendrá en el cargo hasta el 27 de enero, cuando asume Lobo, porque “ése es el orden constitucional”.
Arias anunció ayer que no asistirá a la investidura de Lobo, a quien criticó por su “debilidad” al no lograr que Micheletti se apartara del poder antes del cambio de mando.
“Si no puede convencer a quien preside el Gobierno de facto de que, en aras de que se le dé mayor legitimidad a esas elecciones y al traspaso, y que lo puedan acompañar autoridades internacionales y otros jefes de Estado (...), me parece que eso es una demostración de debilidad”, expresó Arias en conferencia de prensa.
Ante estas declaraciones, Micheletti contestó airado a lo que considera una ofensa más de Arias.
“Estoy muy lastimado. Ese señor cada vez que habla es para ofender a mi país. Exigimos más respeto para el presidente electo. Porfirio Lobo Sosa fue electo por una gran mayoría de la población”, declaró Micheletti a periodistas.
Aunque el mandatario de Costa Rica y premio Nobel de la Paz fue uno de los primeros mandatarios en reconocer la legitimidad y la transparencia de las elecciones en que Lobo Sosa resultó electo Presidente, no asistirá a su investidura.
Habló de Zelaya
El mandatario comentó que la permanencia o salida de Zelaya de la embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde éste se refugia desde el 21 de septiembre pasado, depende del propio mandatario derrocado.
Será “lo que él determine (...), es determinación estrictamente de él”, afirmó.
Micheletti añadió que está de acuerdo con la decisión del Congreso Nacional, que el miércoles terminó su legislatura, de dejar que en el Gobierno de Lobo se retome el tema de la amnistía.
“Pienso que el nuevo Gobierno debe tomar una decisión; el nuevo Congreso puede tomar la decisión”, sostuvo Micheletti.
OEA se acercará a Lobo
El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, estuvo ayer en Panamá buscando apoyo para su reelección en el organismo interamericano.
Allí, junto con el presidente panamaño Ricardo Martinelli, declaró que espera que el gobernante electo Porfirio Lobo Sosa ayude a terminar la crisis política y reintegrar al país a la organización interamericana.
“Vamos a hacer todos los esfuerzos para normalizar la situación (en Honduras) y estamos seguros de que contaremos con el concurso del gobierno de don Porfirio Lobo”, dijo tras reunirse con Martinelli.
Insulza indicó que los miembros de la Organización de Estados Americanos, OEA, se reunirán varias veces para analizar las sanciones impuestas a Honduras tras los hechos del 28 de junio de 2009 y buscarán dialogar con Lobo cuando haya recibido el poder el 27 de enero.
“Tenemos la esperanza de que después del 27 de enero podamos retomar un diálogo con Honduras para normalizar la situación en la región. Nadie quiere una Honduras fuera de la organización y del sistema interamericano”, de los que fue suspendida tras la separación de Manuel Zelaya, agregó.
El jefe de la OEA expresó su esperanza en que “se pueda lograr pronto” la superación de la crisis hondureña, porque “queremos tener una familia latinoamericana, caribeña y norteamericana unida. Nunca es bueno que falte un miembro de esa organización”, señaló.
Martinelli señaló: “Hemos hablado para que el presidente depuesto (Manuel) Zelaya pueda partir de Honduras”.
El mandatario confirmó que asistirá a la toma de posesión de Lobo Sosa.
El 27, Lobo Sosa asistirá a un concierto catracho
La comisión de traspaso de mando confirmó ayer que a más tardar el 22 de enero finalizará la remodelación del estadio Nacional, que albergará a más de treinta mil personas durante la toma de posesión del presidente electo Porfirio Lobo Sosa.
En total, se invertirán alrededor de 24 millones de lempiras en la edificación de escenarios, pintura y mejora de accesos y servicios sanitarios y traslado, alimentación, transporte y alojamiento de invitados internacionales.
“Será una toma de posesión austera, solemne y segura. Cuando analizamos algunas tomas de posesión que se han realizado, andamos prácticamente en la mitad o menos de la mitad de lo que se ha invertido en otras”, dijo Roberto Ordóñez, coordinador de la comisión de traspaso de mando.
Ayer se confirmó que el Presidente electo asistirá a las siete de la noche del 27 de enero a un concierto hondureño en el Teatro Manuel Bonilla.
Se planea que en la toma de posesión más de cien artistas nacionales amenicen los actos que empezarán en el estadio Nacional y luego se trasladarán a diferentes puntos de la capital.