El expresidente de Honduras y actual asesor presidencial, Manuel Zelaya Rosales, expresó su total respaldo a la presidenta Xiomara Castro, quien advirtió sobre la posibilidad de cerrar la Base Militar Soto Cano, en Comayagua, ante una eventual política de deportaciones masivas por parte de Estados Unidos.
La base, que alberga la Fuerza de Tarea Conjunta Bravo desde 1982, sería clausurada si el nuevo gobierno estadounidense, encabezado por Donald Trump, adopta una postura que Honduras considera hostil hacia los migrantes hondureños. En una cadena nacional, la mandataria instó al diálogo con el presidente electo, pero dejó claro que, de no haber entendimiento, Honduras revisará las políticas de cooperación bilateral.
“Ante una actitud hostil, revisaremos nuestra cooperación con Estados Unidos”, afirmó Castro, subrayando la importancia de proteger a los miles de hondureños que residen en el país norteamericano.
Por su parte, Zelaya calificó las posibles medidas de Trump como innecesarias, recordando que ambos países han mantenido una relación sólida en diversos ámbitos. “¿Por qué deteriorarla? ¿Por qué va a venir una nueva administración a arruinar esta relación? Aún con el tema de migración, los temas económicos y financieros, tenemos una buena relación”, cuestionó.
El exmandatario también señaló que, aunque los Tratados de Libre Comercio no han generado los beneficios esperados, en áreas como seguridad, lucha contra el narcotráfico y comercio, la cooperación entre ambas naciones ha sido positiva.
