El presidente Manuel Zelaya regresó ayer en la tarde de su viaje por Italia y montó una conferencia de prensa en la cual se le preguntó sobre las medidas que tomará ante el alza a productos de la canasta básica, como la harina y los huevos.
Algo similar a lo que le pasó tras retornar de una gira por Sudamérica y el Caribe, hace 20 días, y descubrir que el valor de la bolsa de cemento subió casi siete lempiras.
Cuando se le consultó sobre el aumento de precios, el mandatario hizo un comentario jocoso de la situación al decir que siempre que vuelve de viaje el vicepresidente Elvin Santos le tiene malas noticias en cuestión de precios.
“Cuando viajo le dejo normales los precios a Elvin (sin aumentos), va... ahora que regreso me dice que el movimiento de comercio está dando algunos indicativos” (de incremento de costo), expresó Zelaya, para después soltar una corta carcajada.
Santos respondió con una sonrisa forzada y tomó la palabra para explicar el proceso que se está siguiendo para que se anulen estas alzas.
“Se han mantenido los niveles de los indicadores macroeconómicos a manera de que la empresa privada también responda manejando un mercadeo transparente en todas las acciones”, expresó.
Dejando a un lado la informalidad con la que empezó hablando sobre los aumentos, el presidente Zelaya se refirió a que el Gobierno trata de lidiar con la liberalización de mercado para evitar que los productores receten groseras alzas.
“Se ha ordenado una revisión completa de toda esas leyes para ver de qué forma el Estado puede tratar de mediar entre los precios y productos”.
Defiende viajes
Sobre las críticas de que es objeto por los continuos viajes al exterior -lleva 25 vuelos en 11 meses de gobierno-, dijo que esas salidas eran necesarias para acelerar convenios de cooperación que los embajadores o cónsules hondureños no podrían realizar por la “lenta burocracia internacional”.
Justificó que las numerosas comitivas, entre funcionarios, periodistas y empresarios que siempre lo acompañan, realizan una función especial y no van de paseo.
Por ejemplo, expuso que en ocasiones ha llevado a empresarios para que hagan gestiones de inversión directamente con socios extranjeros, porque ellos pueden explicar mejor sus necesidades.
En cuanto a la cantidad de comunicadores que generalmente lleva en cada viaje presidencial indicó que forzosamente tiene que echar mano de ellos para que informen sobre sus actividades y no se especule que sale a vacacionar.
“Cómo se sentiría que le diga que lo invito a Italia, que cuesta no sé cuánto el pasaje y que no le doy el boleto, esa no es una invitación. Si invito a un periodista, cómo le voy a decir que haga señales de humo, tengo que contratarle internet”.
El mandatario puso al canciller Milton Jiménez y su secretario privado, Raúl Valladares, a que explicaran a los medios de comunicación su agitada agenda de vuelos.
Agenda
Para el 1 de diciembre, Zelaya viajará a México a la toma de posesión del presidente electo de ese país, Felipe Calderón, mientras que tres días después nuevamente se montará en un avión para ir a una gira por España.
Finalmente, el mandatario anunció que la llegada del presidente electo de Nicaragua, Daniel Ortega, está prevista para mañana al mediodía.