Marlon Ochoa, consejero del Consejo Nacional Electoral (CNE), propuso al pleno realizar cambios para conocer oportunamente los nombres de quienes integrarán las Juntas Receptoras de Votos (JRV) designadas por los partidos políticos.
Además, planteó depurar a algunos miembros debido a inconsistencias reportadas en las primarias. Ochoa explicó que el espíritu de la Ley Electoral exige que las credenciales lleven nombre y que se necesitan disposiciones técnicas para obtenerlos a tiempo y tener una plataforma donde los partidos propongan a sus miembros.
Esto, según él, busca evitar que personas que hicieron fraude en las primarias –identificadas por no coincidir votos, votantes y activación biométrica– sean aceptadas en las elecciones generales.
El mecanismo propuesto implica que el CNE levante un listado de miembros de JRV y lo envíe a los partidos, indicando quiénes no serán aceptados.
El consejero fue enfático al señalar que no se puede tener gente que hizo fraude en las primarias en las elecciones generales, y que para ello es necesario que las credenciales lleven nombre y que su propuesta sea aprobada por los otros dos consejeros.
Se proyecta que el voto se concentrará en el tripartidismo (Partido Nacional, Libertad y Refundación y Partido Liberal), por lo que algunos sectores políticos creen que estos tres controlarán las JRV, asignándose los cargos principales (presidente, secretario y escrutador), dejando las vocalías para el Partido Demócrata Cristiano y el Partido Innovación y Unidad Social Demócrata.
Ochoa, sin embargo, calificó como “falso” que partidos específicos ya tengan control o intención de tenerlo.