El hondureño Marco Bográn, principal acusado por la presunta corrupción en la compra, en marzo, de siete hospitales móviles para enfrentar la pandemia de la COVID-19, que todavía no están funcionando, se declaró inocente este miércoles ante la Agencia Técnica de Investigación Criminal (Atic).
'Soy inocente y lo voy a comprobar', reiteró Bográn en varias ocasiones frente a un nutrido grupo de periodistas que lo esperaban a la salida de la Atic, donde también había personas aglutinadas en el movimiento social 'Los indignados', que la gritaban 'ladrón' y 'corrupto', entre otras cosas.
El acusado regresó al interior de la Atic entre el forcejeo con periodistas, 'indignados' y policías militares que lo resguardaban al salir de la institución, en la que estuvo declarando durante tres horas y media.
Ante el asedio frente a la Atic, Bográn fue sacado en un coche por la parte posterior de la institución, que depende del Ministerio Público.
Manifestantes: 'Se robó el dinero'
'Este delincuente se robó el dinero', se leía en una pancarta amarilla que sostenía uno de los manifestantes, detrás de Bográn, quien fue s eparado de Invest-H a inicios de julio, luego de varias denuncias de grupos de sociedad sobre presunta corrupción en la compra de siete hospitales móviles, en Turquía, por alrededor de 48 millones de dólares.De los siete hospitales, solamente dos han llegado al país, pero ninguno ha comenzado a funcionar, en San Pedro Sula y Tegucigalpa, las dos ciudades más importantes del país, y las que más contagios de COVID-19 registran.
Se espera que los cinco nosocomios restantes lleguen en octubre, aunque en principio autoridades sanitarias indicaron que estarían arribando a finales de septiembre.
La presunta corrupción en la compra de los hospitales, de los que en los primeros dos fueron hallados equipos usados y algunos vencidos, ha causado una indignación generalizada en Honduras, donde la COVID-19 ha dejado más de 76.000 contagios y 2.232 muertos. EFE