Marcha de obreros silenciada por la politización de Libre

Entre las pocas consignas que lograron decir, los obreros exigieron estabilidad laboral, un sistema de salud digno y el mantenimiento del precio de la canasta básica

Marcha de obreros silenciada por la politización de Libre
Tegucigalpa, Honduras

La creatividad y demandas se van apagando con el paso del tiempo en la principal manifestación de la clase obrera del Primero de Mayo, pocos se atrevieron a decirles de forma disimulada a las autoridades de Gobierno cuáles son los problemas que enfrenta el país y sus necesidades.

Los reclamos fueron contados, llamando la atención en el mar de banderas rojas con el sello de Libre, la doctora Floridalia Aguilar, quien se manifestó en traje de baño, reclamando que Honduras está sin salud.

Hondureña marcha en traje de baño en el Día del Trabajador y exige justicia por las mujeres

José Valenzuela, presidente de la Federación de Sindicatos de Trabajadores del Transporte (Fesitranh), dijo que “la salud es prioridad, no hay medicinas en los hospitales, la gente está enferma y desnutrida. Las filas en el Seguro Social son interminables y la gente se muere esperando atención”.

Señaló que el pueblo hondureño “está desesperado, desnutrido, enfermo, sin empleo y sin esperanza. Y lo más doloroso es que las promesas de campaña (del actual Gobierno) no se han cumplido”.

“Territorio Libre”

En la capital hondureña, los sindicatos se comenzaron a formar desde las 6:00 am frente al Instituto Hondureño de Seguridad Social del barrio La Granja, con pancartas, banderas de libre y algunas que otras quejas.

En primera fila estaban el diputado Juan Barahona y el dirigente campesino Rafael Alegría, quienes coordinaban a la gente mientras daban entrevistas a los medios de comunicación.

En el paso peatonal de La Granja se colocó una enorme manta que decía “viva la unidad popular latinoamericana”, y a la par destacaba la bandera nacional, azul turquesa.

Los sindicatos asistieron a la marcha de forma tranquila.

Barahona declaró que llegaron centenares de trabajadores y la base de Libre también, porque es una fecha histórica donde se conmemoran los 71 años de la huelga de los trabajadores de 1954, donde está la raíz de las conquistas y derechos de los trabajadores.

“Derechos que la narcodictadura nos quiso eliminar vía decreto con la Ley de Empleo por Hora, y que lo rescatamos cuando se derogó a inicios de este gobierno, porque los derechos de los trabajadores no pueden ser derogados, siempre son progresivos”, destacó Barahona.​​​​

A eso de las 8:13 am, la marcha comenzó a caminar, pero sin la tradicional presencia de los máximos dirigentes de la Central General de Trabajadores (CGT), de la Confederación de Trabajadores de Honduras (CTH) y otras.

Quienes se ganaron la notoriedad fueron Eduardo Enrique Reina, ministro de la Secretaría de Relaciones Exteriores; Edwin Hernández, viceministro de Educación, y diputados como Jari Dixon, Rasel Tomé y Marco Eliud Girón.

En el mar de las banderas rojo y negro de Libre, apareció una pancarta cargada por el ciudadano Norman Mondragón, que decía: “prometieron y no cumplieron, sigue el narcotráfico con Carlón, corrupción con familión e impunidad con johelón”.

Los primeros en salir fueron los integrantes del Sindicato de Trabajadores de la Medicina, Hospitales y Similares ( Sitramedhys), quienes con las canciones de las marchas que escuchaban después del golpe de Estado de 2009, motivaban a los trabajadores.

Obreros y simpatizantes de Libre recorrieron el bulevar Comunidad Económica Europea, con música, bailas y detonando poderosos morteros y cohetes que se elevaban al cielo.

Los trabajadores de la Enee sí se fueron directo con el ministro de Energía y le dieron en una pancarta, “Erick Tejada, el problema no es la Enee, el problema es usted”, mientras que los maestros solicitaron jubilaciones dignas y los enfermos renales mejorar su atención.

Los trabajadores de la Enee señalaron al ministro de Energía, Erick Tejada, por los problemas de la institución.

La marcha politizada

La manifestación obrera se vio numerosa y avanzaba a paso lento, mientras el sol se hacía sentir, igual que los políticos, que a eso de las 9:00 am aparecieron de en medio de las sobras, recibiendo en respaldo de la gente.

El expresidente José Manuel Zelaya, coordinador general de Libre y asesor presidencial, apareció como lo ha hecho en los últimos años, en un carro Jeep, acompañado de Milton Benítez, ministro asesor de Comunicaciones del gobierno

En la parte de atrás iba el asesor presidencial Enrique Flores Lanza y el canciller Eduardo Reina, quienes hondeaban sus manos para saludar a la gente que se aglomeraba alrededor.

El vehículo del expresidente iba bien resguardado por efectivos de seguridad, quienes hicieron una cadena para evitar que las personas se acercaran, por lo cual, los periodistas luchaban para poder entrevistar al exmandatario.

La Policía Nacional, desde temprano, conformó un fuerte anillo de seguridad por la ruta de la movilización y el helicóptero de la Policía Nacional, sobrevoló varias veces la ruta de los obreros.

Un hombre participa en la marcha del Primero de Mayo en conmemoración del Día Internacional de los Trabajadores este jueves, en Tegucigalpa.

Entre algunas de las pancartas a favor del gobierno se pudo leer, “somos el pueblo hecho gobierno”, con una fotografía de la mandataria Xiomara Castro.

Antes de llegar a la plaza central de Tegucigalpa, Rixi Moncada, candidata presidencial de Libre, también se incorporó a la movilización de clase obrera.

Así llegaron a la concha acústica de la Plaza Central, donde se apoderaron del estrado principal y el manifiesto se leyó con interrupciones, por los discursos de los políticos.

Malestar de los obreros

Gilberto Ríos, dirigente de Libre, justificó que desde que se constituyó ese partido político, siempre tuvieron presente a la clase trabajadora, por eso siempre la Resistencia los acompaña los 1 de mayo.

Luis Murillo, presidente del Sindicato de Trabajadores del Patronato Nacional de la Infancia (Sitrapani), lamentó que la marcha de 1 de mayo ahora esté infiltrada de políticos. “Sabemos que el Partido Libre nació de las calles y se nutrió de las calles, pero se volvieron políticos, no escuchan a la clase trabajadora”, sentenció al momento que caminaba a la plaza central.

A eso de las 11:00 am, toda la dirigencia de Libre había ocupado la concha acústica del parque central, en especial el expresidente Zelaya Rosales, quien llevaba en la mano el nuevo libro del golpe de Estado, que se leerá de forma obligatoria en el sistema educativo del país.

José Manuel Zelaya, coordinador general de Libre, le entregó el libro del golpe de Estado al dirigente sindical Carlos H Reyes.

Zelaya Rosales señaló que “los ladrones, los sinvergüenzas, los que violaron la Constitución de la República, los criminales, los asesinos, no quieren que Xiomara Castro publique el libro del golpe de Estado”.

El dirigente sindical Carlos H. Reyes, por su lado, llamó a los trabajadores a votar en noviembre contra el neoliberalismo, contra la oligarquía y sus partidos y a seguir en resistencia, entregando a la vez el manifiesto de las centrales obreras. “Rixi sí, otro no”, gritaron los obreros que presenciaron el discurso, al igual que lo hicieron durante la caminata en el transcurso de la mañana.

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Redacción La Prensa
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