Tegucigalpa, Honduras.
Ayer fue el turno de brindar el testimonio a dos testigos protegidos y a los empresarios Óscar Laínez y Jorge Herrera, más conocidos como los Tetos en el caso de las empresas de maletín por el que se enjuicia a Mario Zelaya y a otros cinco implicados.
Los nuevos detalles los revelaron testigos del Ministerio Público (MP) que detallaron cómo se crearon empresas fantasmas y en qué se gastaron los fondos saqueados del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).
En su participación, Laínez dijo que Mario Zelaya le pidió guardar en las cuentas de su
empresa CA Technologies más de 23.5 millones de lempiras, dinero que fue entregado a través de 29 cheques de las diferentes empresas de maletín.
“Mario Zelaya llegó a mi oficina y me dijo que habían varios proveedores que le iban a pagar algunos dineros en concepto de coimas y que necesitaba que le hiciera el favor que esos cheques salieran a nombre de una de mis empresas para ser depositados en las cuentas y posteriormente los fondos fueran cambiados a dólares”, argumentó.
“El doctor Zelaya nos dio instrucciones a qué personas le íbamos a entregar el dinero. Hubo 17 personas naturales y jurídicas que se le hicieron transferencias”, dijo.
Aseguró que a un banco que manejaba el proyecto residencial Las Marías se le depositó 220 mil dólares para comprar un condominio. Mientras que a la inmobiliaria se le hicieron varios cheques por un monto de 620 mil dólares para comprar un bien inmueble en residencial San Ignacio.
Pago de recompensa
Asimismo, 97,500 dólares a favor de la amante de Zelaya, la chilena Natalia Ciuffardi. A una operadora turística 50 mil dólares. Dijo que hizo un depósito en la cuenta personal de Zelaya en Estados Unidos por 25 mil dólares.
“El doctor Zelaya me manifestó que ese era para el pago de una recompensa que iba a dar en Estados Unidos porque habían asaltado a su familia y para poder atrapar a los delincuentes él había ofrecido una recompensa de 50 mil dólares. Los 25 mil dólares iban a ser parte de la recompensa”, indicó. Laínez indicó que otros 60 mil dólares fueron depositados para recuperar las joyas y electrodomésticos que le habían robado a su esposa en Estados Unidos.
Asimismo, indicó que más de 105 mil dólares fueron repartidos entre el padre de Zelaya, hermano, amigos y hasta conductores y guardaespaldas. Aseguró que a la extesorera del IHSS, Vivian Juárez se le dio cinco mil dólares y a una compañía dedicada al blindaje de carros al menos 20 mil dólares. Sumado todo este monto resulta un millón 270 mil dólares. En esta misma audiencia testificó Jorge Herrera, quien detalló casi al dedillo lo manifestado por su socio Óscar Laínez.
En este juicio también se tomó la declaración a dos testigos protegidos del MP.
De paciente a empresaria
La primera es una paciente quien argumentó que llegó en busca de ayuda al centro asistencial para tratarse una enfermedad, pero al no encontrar ayuda decidió decir a una persona cercana que le consiguiera un contacto para ser evaluada por un médico especialista.
En un segundo acercamiento Zelaya le pidió el favor de constituir la empresa de fachada Dipromeh. Dijo que abrió cuentas en cheques y que José Zelaya la obligó a firmarlos en blanco, los cuales retornaban a su poder luego para depositarlos.
Dijo que ella recibió 7,500 lempiras de salario, pero que en la cuenta habían más de seis millones de lempiras.
La segunda es una amiga de la primera testigo, quien también cayó en la trampa de José Zelaya. Esta testigo protegido creó la empresa de fachada Copromedh. Aseguró que se le entregó una tarjeta de débito para comprar electrodomésticos para el Seguro que no fueron entregados.
Ayer fue el turno de brindar el testimonio a dos testigos protegidos y a los empresarios Óscar Laínez y Jorge Herrera, más conocidos como los Tetos en el caso de las empresas de maletín por el que se enjuicia a Mario Zelaya y a otros cinco implicados.
Los nuevos detalles los revelaron testigos del Ministerio Público (MP) que detallaron cómo se crearon empresas fantasmas y en qué se gastaron los fondos saqueados del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).
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Millones de lempiras
Habrían malversado y lavado los seis encausados, según el ente acusador. Lo hicieron a través de empresas de maletín.
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“Mario Zelaya llegó a mi oficina y me dijo que habían varios proveedores que le iban a pagar algunos dineros en concepto de coimas y que necesitaba que le hiciera el favor que esos cheques salieran a nombre de una de mis empresas para ser depositados en las cuentas y posteriormente los fondos fueran cambiados a dólares”, argumentó.
“El doctor Zelaya nos dio instrucciones a qué personas le íbamos a entregar el dinero. Hubo 17 personas naturales y jurídicas que se le hicieron transferencias”, dijo.
Aseguró que a un banco que manejaba el proyecto residencial Las Marías se le depositó 220 mil dólares para comprar un condominio. Mientras que a la inmobiliaria se le hicieron varios cheques por un monto de 620 mil dólares para comprar un bien inmueble en residencial San Ignacio.
Ayer declararon Óscar Laínez y Jorge Herrera conocidos como los Tetos.
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Asimismo, 97,500 dólares a favor de la amante de Zelaya, la chilena Natalia Ciuffardi. A una operadora turística 50 mil dólares. Dijo que hizo un depósito en la cuenta personal de Zelaya en Estados Unidos por 25 mil dólares.
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En este caso están siendo acusados el exdirector del IHSS Mario Zelaya, sus primas Susette y Michelle Rojas, la extesorera Vivian Júarez, el exgerente Ramón Bertetty y el empresario Jhon Charles Bográn.
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Asimismo, indicó que más de 105 mil dólares fueron repartidos entre el padre de Zelaya, hermano, amigos y hasta conductores y guardaespaldas. Aseguró que a la extesorera del IHSS, Vivian Juárez se le dio cinco mil dólares y a una compañía dedicada al blindaje de carros al menos 20 mil dólares. Sumado todo este monto resulta un millón 270 mil dólares. En esta misma audiencia testificó Jorge Herrera, quien detalló casi al dedillo lo manifestado por su socio Óscar Laínez.
En este juicio también se tomó la declaración a dos testigos protegidos del MP.
De paciente a empresaria
La primera es una paciente quien argumentó que llegó en busca de ayuda al centro asistencial para tratarse una enfermedad, pero al no encontrar ayuda decidió decir a una persona cercana que le consiguiera un contacto para ser evaluada por un médico especialista.
En un segundo acercamiento Zelaya le pidió el favor de constituir la empresa de fachada Dipromeh. Dijo que abrió cuentas en cheques y que José Zelaya la obligó a firmarlos en blanco, los cuales retornaban a su poder luego para depositarlos.
Dijo que ella recibió 7,500 lempiras de salario, pero que en la cuenta habían más de seis millones de lempiras.
La segunda es una amiga de la primera testigo, quien también cayó en la trampa de José Zelaya. Esta testigo protegido creó la empresa de fachada Copromedh. Aseguró que se le entregó una tarjeta de débito para comprar electrodomésticos para el Seguro que no fueron entregados.