Tegucigalpa, Honduras.
El Servicio Nacional Autónomo de Acueductos y Alcantarillados (Sanaa) anunció que ante la sequía se comenzará a implementar un nuevo plan de racionamiento de agua potable en la capital.
Carlos Hernández, gerente de la División Metropolitana de Sanaa, dijo que no se tiene certeza cuándo comenzará a llover en el país. “Es difícil planificar qué producción vamos a dar. Esa disponibilidad que tenemos ahora nos permite dar agua cada tres días en Tegucigalpa, hay algunas zonas que es más difícil por lo lejos”, dijo el funcionario.
Hernández informó que la represa El Picacho ha descendido drásticamente, ya que de los mil litros por segundo que produce en época buena está en menos de 500. “Los Laureles es la represa que ha bajado menos, de los 10.5 millones de metros cúbicos que son, en este momento tiene 3.7 millones. Está bastante baja, ahí vamos a tener que modificar horarios para las zonas que son abastecidas por Los Laureles”, explicó funcionario.
La crisis se acentúa aún más, ya que los capitalinos no podrán comprar el agua que es distribuida por las pipetas, ya que es el Sanaa que la suministra y con el nivel bajo de las represas no se podrá ofrecer ese servicio.
“Podríamos quedarnos sin agua como por la segunda quincena de agua”, aseguró el gerente del Sanaa.
El Servicio Nacional Autónomo de Acueductos y Alcantarillados (Sanaa) anunció que ante la sequía se comenzará a implementar un nuevo plan de racionamiento de agua potable en la capital.
Carlos Hernández, gerente de la División Metropolitana de Sanaa, dijo que no se tiene certeza cuándo comenzará a llover en el país. “Es difícil planificar qué producción vamos a dar. Esa disponibilidad que tenemos ahora nos permite dar agua cada tres días en Tegucigalpa, hay algunas zonas que es más difícil por lo lejos”, dijo el funcionario.
Hernández informó que la represa El Picacho ha descendido drásticamente, ya que de los mil litros por segundo que produce en época buena está en menos de 500. “Los Laureles es la represa que ha bajado menos, de los 10.5 millones de metros cúbicos que son, en este momento tiene 3.7 millones. Está bastante baja, ahí vamos a tener que modificar horarios para las zonas que son abastecidas por Los Laureles”, explicó funcionario.
La crisis se acentúa aún más, ya que los capitalinos no podrán comprar el agua que es distribuida por las pipetas, ya que es el Sanaa que la suministra y con el nivel bajo de las represas no se podrá ofrecer ese servicio.
“Podríamos quedarnos sin agua como por la segunda quincena de agua”, aseguró el gerente del Sanaa.