Viajar sin saber adónde, vestirse con lo que sea que los cubra, comer solo el producto de la tierra, aceptar a cualquiera que quiera unirse al grupo, ganar dinero solo para seguir el camino y alimentarse, fumar marihuana hasta pasar a “otra dimensión”, vivir de la música, los malabares o el arte urbano y tener sexo sin restricciones es el estilo de vida de un grupo de auténticos hippies que pasaron por Honduras la semana pasada.
Ellos se hacen llamar la comunidad Arcoíris y su travesía sin rumbo inició en Brasil, cuando en dos microbuses Volkswagen T2, populares por ser usados por los hippies, salieron a recorrer América, pasando de país en país y viviendo del dinero que la gente les da cuando estos nómadas ofrecen sus presentaciones callejeras.
En su recorrido se les han unido más y más personas de distintas naciones hasta acumular 15 viajeros, por el momento, pues siempre tienen las puertas abiertas a quien quiera unirse a ellos.
Entre sus miembros hay gente de Argentina, Brasil, Estados Unidos, Australia, México, Guatemala, Croacia y Canadá.
Luego de llegar a México iniciaron una especie de retorno, pasando por Guatemala y llegando a Honduras.
Estuvieron en Copán, donde la gente les dio hospedaje.
Luego, el sábado anterior, llegaron a San Pedro Sula, donde se les permitió dormir en un circo que estaba en Cofradía y el domingo pasado hicieron su improvisada aparición en el parque central sampedrano.
Estacionaron su microbús frente a la acera del parque, al otro lado de la calle de la catedral San Pedro Apóstol, y empezaron su presentación mixta.
Casi de inmediato, una verdadera multitud se aglomeró y formó un círculo alrededor de ellos, como si fueran seres de otro planeta.
Las personas los veían con asombro y se asomaban dentro del microbús para ver el “universo alterno” que se encierra en el viejo auto.
Tras terminar la presentación, los viajeros sin destino pasaron con un gorro entre el público, esperando las contribuciones monetarias para seguir su viaje.
Luego, cinco de los seis nómadas se encerraron en el microbús y fumaron marihuana aproximadamente una hora.
Solo uno de los viajeros se quedó afuera y dio una especie de “conferencia de prensa”, ya que una gran cantidad de personas lo rodeó y le hacía preguntas de todo tipo.
Finalmente, el peculiar personaje de la comunidad Arcoíris tuvo tiempo de ofrecer una entrevista formal, en la que parecía casi incapaz de concentrarse.
“Me llamo Eduardo, solo Eduardo, nací en México. Las ideas, la intención del grupo viene desde hace mucho tiempo. Antes de que yo naciera. Nuestra filosofía es ayuda cuando puedas ayudar, recibe cuando necesites y siempre sé una buena familia”.
Eduardo también habló sobre el modo en que ven la vida.
“Nada es seguro, siempre es un día nuevo y todo puede pasar. No estoy preocupado por lo que va a pasar mañana. Solo vivo el momento, el ahora, y solo eso, no más. Puede ser que salgamos hoy hasta donde el carro llegue y podamos hacer otro show, pasar el sombrero y así seguir con nuestra vida y cubrir nuestros gastos, no para hacernos millonarios ni ahorrar, solo para seguir”, expresó. Dijo que se dividen las tareas en el grupo y se preocupan unos por otros. “No puede existir el individualismo en el grupo. Dormimos juntos, comemos juntos, todo juntos”, declaró Eduardo.
Después de un rato, los demás miembros de la comunidad salieron del microbús y se mezclaron con la gente.
Carlos, de Guatemala, es otro de los viajeros que se unieron al grupo y dijo que lo más posible es que vayan a Costa Rica.
“Creo que iremos a Costa Rica, donde nos dieron un terreno. Ahí pensamos cultivar nuestra comida y compartirla con quien lo pueda necesitar. Somos vegetarianos y no creemos en el comercio”, aseguró Carlos, que describió a Honduras como un país precioso y expresó que han ganado una gran experiencia espiritual al departir con varios hondureños.
En realidad, la filosofía de estos nómadas es una mezcla que va desde el tradicionalismo hippie hasta el contemporáneo hipster. De los hippies heredan las consignas de paz, libertad de espíritu y la costumbre de fumar hierba, pero también tienen enormes similitudes con la subcultura hipster de 1940 que describió el fallecido poeta y novelista estadounidense Jack Kerouac (1922-1969), de quienes dijo que viven “levantándose y vagando por América... holgazaneando y haciendo autostop en todas partes... personas de una especial espiritualidad”.
Finalmente, los extravagantes personajes se subieron a su microbús para irse de San Pedro Sula y reanudar su viaje a un destino que realmente ni ellos conocen.
Sus filosofías son una mezcla de las creencias de varios grupos
Estos nómadas, que han recorrido América, no están preocupados por incluirse o definirse como parte de un grupo, corriente o movimiento específico. Sin embargo, al ver sus acciones y conocer sus costumbres se puede decir que viven con una filosofía que combina desde el tradicional pensamiento hippie hasta el contemporáneo hipster.