04/12/2025
12:34 PM

El sembrador de semilleros que florecen en el fútbol

El abogado Óscar René Muñoz ha dedicado su vida a impulsar el deporte infantil en Choloma.

El niño que corría descalzo detrás de una pelota de hule en la aldea Monterrey de Choloma es ahora un impulsor del deporte que ha logrado que muchos pequeños cumplan sueños no realizados por él en aquellos aciagos tiempos de su infancia. Aunque es abogado, el nombre de óscar René Muñoz está más ligado al Chologol, mundialitos infantiles, mujeres con sobrepeso que corren por su salud y tantas otras actividades deportivas que él está impulsando sin descanso por medio de la denominada “escuelita”.

Realmente se llama Comité de Instalaciones Deportivas de la Municipalidad de Choloma (Cidemuch) la institución que le ha dado la oportunidad de canalizar, con obras, su amor hacia las causas nobles del fútbol que lo ha acompañado todo la vida.

Con la fuerza de ese amor logró convertir un crematorio de la populosa colonia López Arellano en el flamante estadio Francisco Abufele, construido con las actividades de los vecinos y el apoyo económico de una empresa de la zona.

En honor a su esfuerzo, la U-16, liga federada de la López Arellano, lleva su nombre.

Forjador de estrellas

Cuando tenía diez años, un familiar le regaló una camiseta del Real España con el número 12 que por ese tiempo distinguía al goleador Chico Chico Handal, uno de sus ídolos, a quien siempre quiso conocer.

Resulta que cuando óscar René llegó a ser jugador del equipo aurinegro tuvo la oportunidad de tratar de tú a tú al que fuera su ídolo infantil, justamente cuando Chico Chico estaba dejando las canchas deportivas.

Antes de ser contratado por la Municipalidad para dirigir el Cidemuch, Muñoz estuvo trabajando en la formación de equipos infantiles sin más remuneración que su sastifacción de servir. Es decir, que ahora le pagan por trabajar en lo que siempre le ha gustado hacer.

“Mi fuerte son las ligas federadas de niños de la cual han surgido jugadores que con el tiempo han destacado en equipos de la Liga Nacional y de selección”, se ufana.

Uno de sus grandes orgullos es haber organizado un mundialito de fútbol infantil, réplica del Mundial de Sudáfrica, que sirvió de modelo en otros países y fue elogiado por la Unicef. Gracias a ello ahora es obligatorio en Brasil celebrar un mundialito similar antes de cada campeonato mundial, por disposición de la Fifa.

Pero también Muñoz ha tenido grandes satisfacciones con la organización del Chologol que se lleva cabo todos los años en el estadio de Choloma con la participación de personajes populares que destacan en diferentes campos del quehacer nacional y foráneo.

“No es fácil porque no solo se trata de invitar a gente muy ocupada, sino de confirmar su asistencia”. Este año en ese juego bufo participaron personajes, como Polache y la India Mardoquella, que le pusieron más sazón al encuentro.

“Hasta el alcalde de San Lucas Sacatepéquez, Guatemala, vino a jugar esa vez”, comentó

Recordó que la Mardoquella quería entrar al campo de juego aterrizando en un helicóptero, pero resultaba muy caro. Luego se le ocurrió entrar en un burro que traerían de Los Bajos de Choloma pero que al final nunca llegó, así que decidió ingresar en una camilla, haciendo carcajear las abarrotadas graderías, ya que la camilla es para salir lesionado no para entrar sano al engramillado, comentó Muñoz.

Atrapado en un asalto

A su equipo España lo ha servido de muchas formas, incluso ayudando en el manejo de sus taquillas cuando juega. A propósito, recordó que en una ocasión que llegaba con su amigo Ramón Flores a la sede del España en el barrio El Benque de San Pedro Sula fueron a caer como moscas en un papel engomado, pues en ese momento se estaba produciendo un asalto.

Los delincuentes tenían amarrado al gerente mientras el resto del personal estaba encerrrado en el baño adonde también fueron a dar Muñoz y su amigo a fuerza de empujones. A este le fue peor porque recibió un balazo en el pecho al momento en que levantó los manos, pues los maleantes creían que iba a sacar un arma.

No les fue muy bien a los asaltantes, quienes creyeron que el España había vendido en preventa la mayor parte de la boletería del partido que se jugaría esa noche contra el Victoria. Lo único que se llevaron fueron 25 mil lempiras que estaban disponibles para dar vueltos en la taquilla. El final de la historia es que Ramón Flores se salvó porque fue llevado sin dilación a un centro asistencial en cuanto se fueron los asaltantes.

El sembrador de semilleros ya no juega en forma profesional, pero dice que recientemente metió un gol fuera de las canchas que transformó su vida al haber abrazado la doctrina cristiana. Con ese nuevo refuerzo, que es Jesucristo, espera seguir ayudando con nuevos brillos a los jóvenes a apartarse del mal camino, por medio del deporte.