20/12/2025
09:00 AM

Las mujeres ninjas que custodian Irán

  • Actualizado: 01 abril 2012 /

Celosas guardianas del régimen iraní practican el ninjitsu, considerado como una de las artes marciales que más vidas han cobrado.

Son bellas, delicadas y femeninas;, sin embargo, cambiaron los spa y salones de belleza por un pequeño gimnasio cercano a la capital de Irán, Teherán, para aprender a manejar armas mortales.

Estas señoritas entrenan arduo para convertirse en kunoichi; ninjas femeninas, un arte marcial algo especial que es cada vez más popular en Irán.

Las pupilas que ingresan para recibirse aprenden a manejar armas letales, incluyendo arcos, espadas, nunchucks y shurikens, pequeñas armas japonesas tradicionales.

El Ninjutsu es considerado una de las artes marciales más violentas. Sus formas están relacionadas con agentes secretos y mercenarios de guerra que en Japón empleaban métodos no ortodoxos.

Estas mujeres, entre los 13 y 50 años, son entrenadas, además, en movimientos espectaculares, entre los que se cuenta el trepar paredes a toda velocidad y realizar saltos mortales para sorprender al rival.

Las mujeres iraníes también se enrolan en las filas para defender el régimen de su líder Mahmoud Ahmadineyad , pero lo hacen de una forma bastante peculiar.

En Irán se consolida una fuerza que reúne a 3,500 féminas que practican un arte marcial japonés para convertirse en las ninjas islámicas.

Muamer es la instructora de la escuela de Ninjutsu de la ciudad de Karaj, Irán, y abrió las puertas de su gimnasio para mostrar un entrenamiento.

Aunque Muamer asegura que esta actividad ayuda a mantener equilibrado cuerpo y mente, en las imágenes y videos se ve a estas mujeres haciendo saltos y demás proezas con sus cuerpos, pero también se las ve empuñando sables, cuchillas y otras armas tradicionales japonesas.

Dominio y humildad

Según el maestro Akbar Faraji, que introdujo esta disciplina en Irán en 1989, la primera lección que aprenden estas mujeres es el dominio de la calma y la comprensión de la humildad.

Este arte marcial tiene hoy 24 mil adeptos, entre hombres y mujeres, en Irán.

Faraji explica que a los hombres se los llama ninjas, mientras que a las mujeres kunoichi.

A pesar de que este maestro insiste en que “ser un ninja habla sobre paciencia, tolerancia”, se cree que estas mujeres son una especie de reserva por cualquier cosa que pudiera ocurrir.

Más aún si se tiene en cuenta que, para entrar en el ejército iraní, los hombres tienen que ser mayores de edad y que en su período en las fuerzas dura 18 meses.

“Puede ser descrito como una medicina, como un veneno de serpiente, que al igual que puede ser muy peligroso también puede funcionar como un buen antídoto”, concluye Faraji. Tras cientos de manuales y tratados escritos sobre la guerra o cómo defender un territorio y armar un ejército, Irán sorprende al demostrar que cuenta con un cuerpo especial un tanto fuera de lo común para el mundo no asiático: ninjas mujeres.

Según declaraciones de medios de la región, las mujeres afirmaron “estar dispuestas a usar sus habilidades marciales en la defensa de la República Islámica”.

Sin embargo, según la instructora en el gimnasio de la ciudad de Karaj -a 40 kilómetros de la capital, Teherán-, “esta actividad las ayuda a mantener equilibrado cuerpo y mente, lo más importante es el dominio de la calma y la comprensión de la humildad”. “Nuestro objetivo es hacer que las mujeres iraníes sean más fuertes y si surge algún problema.

Estaremos preparadas para defender nuestra nación islámica”, declaró una de las ninja.