La cumbre de los ocho países más industrializados, G8, se inaugurará el miércoles en Alemania bajo máxima tensión por la creciente crispación entre Estados Unidos y Rusia, que está relegando a un segundo plano los temas centrales de la agenda, como el clima.
El presidente estadounidense, George W. Bush, alzó el tono el martes al criticar desde Praga a Rusia, donde, según él, 'se hizo que descarrilaran las reformas que prometían dar el poder al pueblo, con preocupantes consecuencias para la evolución democrática'.
La respuesta de Moscú fue rápida. Rusia comparte los 'valores europeos y mundiales comunes' en este ámbito y 'no puede estar de acuerdo con las declaraciones, con respecto al hecho de que las reformas democráticas han descarrilado', declaró a los periodistas el portavoz del Kremlin Dimitri Peskov, en el centro de prensa del G8 situado en Kuehlungsborn, junto al balneario de Heiligendamm (noreste), donde del 6 al 8 de junio se celebrará la cumbre.
Bush llegó el martes por la tarde al aeropuerto de Rostock-Laage, desde donde tenía previsto desplazarse en helicóptero a Heiligendamm, un acogedor balneario del mar Báltico que se ha transformado en un campo atrincherado, protegido por una barrera metálica de 12 km y unos 16 mil policías.
El miércoles por la mañana Bush hablará a solas con la anfitriona de la cumbre, la canciller alemana Angela Merkel, quien por la noche obsequiará a sus invitados con una cena informal en un castillo situado a unos 15 km de Heiligendamm.
Será la última cumbre del primer ministro británico, Tony Blair, y la primera gran cita internacional del nuevo presidente francés, Nicolas Sarkozy. El ambiente promete ser tenso, después de los altercados verbales de los últimos días entre Bush y el presidente ruso, Vladimir Putin.
Aparte del tema de la evolución democrática, la crispación se debe al proyecto estadounidense de desplegar un escudo antimisiles en Europa del Este, muy criticado por Moscú. La confrontación entre Bush y Putin podría opacar los debates previstos sobre el calentamiento global, que hasta ahora eran prioritarios para Alemania.
El presidente estadounidense quiere abrir un nuevo ciclo de negociaciones con las grandes economías mundiales sobre la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, pero fuera del marco de la ONU.
Alemania, molesta ya por la negativa estadounidense de fijar objetivos para la reducción de CO2, no opina lo mismo. Todo lo que se haga sobre esta cuestión debe acabar en Naciones Unidas, afirmó el martes una fuente próxima al gobierno.
Al país anfitrión no le faltan apoyos: Canadá, respaldado por Japón, recalcó el lunes la necesidad de reducir al menos la mitad las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero antes de 2050. Y Sarkozy llamó a adoptar 'objetivos en cifras'.
A Merkel también le gustaría implicar en los esfuerzos climáticos a los países emergentes (China, India, Brasil, México y Sudáfrica) Pekín dio un paso el lunes al anunciar su intención de reducir sus emisiones de CO2 en aproximadamente 50 millones de toneladas de aquí a 2010.
Los jefes de Estado y de Gobierno del G8 hablarán también sobre la ayuda a los países africanos, otra de las prioridades de la presidencia alemana. A esta tensión cabe añadir el temor latente de que estallen actos violentos al margen de la cumbre, tras los enfrentamientos del sábado entre grupos extremistas y policías, que se saldaron con mil heridos. Los militantes antiglobalización prevén bloquear las carreteras de acceso a Heiligendamm el miércoles.
Nota del día
Siguen discrepancias sobre escudo antimisiles
EUA y Rusia alzan el tono
Estados Unidos y Rusia siguieron alzando el lunes el tono de sus discrepancias sobre el proyecto de un escudo antimisiles en el este de Europa mientras el presidente estadounidense, George W. Bush, llegó a Praga, primera etapa antes de viajar a Alemania para la cumbre del G8.
El avión presidencial, el Air Force One, aterrizó en el aeropuerto de Praga ayer, constataron fuentes.
El controvertido escudo antimisiles estadounidense en la República Checa y Polonia centrará las reuniones que Bush mantendrá el martes por la mañana con el presidente checo, Vaclav Klaus, y el primer ministro conservador, Mirek Topolanek.
Protestas
Ante la llegada del mandatario estadounidense, 'varios miles' de manifestantes se congregaron ayer en el centro de Praga para protestar contra la estación radar que el Pentágono prevé instalar en suelo checo, en conexión con los diez interceptadores de misiles previstos en suelo polaco. Los manifestantes que llevaron pancartas con lemas como 'No a las bases' e hicieron mucho ruido con silbatos fueron cifrados en unos 600 por la policía checa.
Bush viajará hoy a la localidad alemana de Heiligendamm, donde mañana se inaugurará la cumbre del G8, en presencia, entre otros, del presidente ruso Vladimir Putin.
A la espera, en el marco del G8, de un encuentro bilateral entre Bush y Putin, que se prevé tenso, la Casa Blanca deploró ayer 'la escalada' verbal llevada a cabo por el presidente ruso y anunció que Bush también hablará sobre el estado de la democracia en Rusia en sus reuniones de hoy en Praga.
Declaraciones
Putin se mostró muy a la defensiva el domingo al reavivar el fantasma de la guerra fría en una entrevista concedida a varios medios de comunicación occidentales.
El presidente ruso amenazó con apuntar nuevamente misiles hacia Europa si Washington persiste con su proyecto de escudo antimisiles.
Rusia se considera amenazada directamente por ese proyecto, pese a que Washington asegura que su objetivo es servir de protección ante posibles ataques misilísticos procedentes de Oriente Medio, y más concretamente de Irán.
A bordo del avión que transportaba a Bush a Europa, uno de sus consejeros, Steve Hadley, lamentó 'la escalada' verbal que, en su opinión, 'no arregla las cosas'.
Hadley abogó por un 'diálogo constructivo' y repitió que el escudo antimisiles 'no representa una amenaza para Rusia'.
'Esperemos que no haya una amenaza por parte de Rusia', añadió.
'Amigo'
Bush, que ha descrito a Putin como su 'amigo', asegura que el proyecto sólo pretende proteger a Europa de posibles misiles de Estados parias. Pero Rusia, ya inquieta por los proyectos de extensión de la Otan, lo ve como una amenaza hacia su seguridad.
Hadley volvió a subrayar que Bush intentará tranquilizar a Putin en la cumbre del G8 y que adoptará la misma estrategia cuando ambos mandatarios se reúnan, a principios de julio, en Estados Unidos.
Sin embargo, ante aquéllos que le piden explicaciones sobre su relación con el presidente ruso, el mandatario estadounidenses declara su 'respeto' y 'firmeza' ante Rusia. Hoy, Bush se atreverá a irritar nuevamente a Moscú con el discurso que realizará en Praga sobre 'la dificultad de promocionar la democracia' en grandes países, añadió Hadley.
Dato
La nueva iniciativa sobre el cambio climático del presidente estadouni- dense George W. Bush no busca debilitar los planes de la ONU dijo ayer el portavoz de la Casa Blanca.
Números
12 mil militantes
Se unieron a la manifestación en contra de grupo de los Ocho, según los organizadores de la protesta masiva.
3 días
Durará la reunión del G8, donde se discutirán varios problemas en la actualidad mundial.
Reunión del G8
1. Manifestaciones
En los campamentos alrededores de Heiligendamm, militantes anti-G8 se entrenan para enfrentarse con la policía y bloquear las carreteras de acceso.
2. Protección
Las medidas de seguridad son drásticas en torno a Heiligendamm, el balneario en el que se celebrará la cumbre del G8 que inicia el miércoles.
3. Invitado
México asiste a la Cumbre del G8 como país emergente invitado y con el ánimo de evitar confrontaciones en las discusiones sobre cambio climático.