Tegucigalpa, Honduras.
El cardenal Óscar Andrés Rodríguez dijo ayer que Honduras necesita ser “ungida” por la gracia de Dios, durante la homilía de la misa crismal del Jueves Santo que celebró en la basílica menor de Suyapa.
El mensaje central del cardenal fue dirigido a que la bondad debe reinar en los corazones de todos los hondureños.
En la misa se rememora el día de la institución del sacerdocio y por ello su homilía, como en anteriores Jueves Santos, estuvo dedicada también a los consejos para los sacerdotes.
“Honduras debe ser ungida en bondad por la gracia de Dios y el Espíritu Santo”. El religioso también abogó por el fin de la violencia, de la delincuencia, del descontrol y de la falta de moralidad en el país.
A su vez dijo que los jóvenes necesitan ser guiados por el Espíritu Santo, ya que muchos andan perdidos en la calle y se hacen tatuajes porque pierden su identidad por estar bajo el efecto de las drogas y el alcohol.
El cardenal hondureño hizo un llamado a los sacerdotes para que sean misioneros e invitó a la población a buscar a Dios y buscar el bien común de la comunidad dejando a un lado el egoísmo.
Además consagró el santo crisma, el cual consiste en bendición de los tres óleos. Uno es para la unción de los enfermos, otro para el bautismo y confirmación, y el tercero para el sacerdocio.
El ungüento luego es enviado a las parroquias para los actos litúrgicos y bendecir a los feligreses. Además, durante la eucaristía unos 150 sacerdotes renovaron su promesa de fe, compromiso y lealtad con Dios. “El espacio de nuestra ciudad debe ser ungido para que la bondad se expanda en toda la sociedad”, manifestó el cardenal.
“El Jueves Santo también se celebra la institución de la eucaristía y del sacerdocio de parte de nuestro Señor Jesucristo en el momento de la última Cena”, dijo Eduardo Mancía, párroco de la iglesia El Calvario, de Comayagüela.
“Nuestro señor obispo ha tenido a bien recordarnos la importancia del ministerio sacerdotal y que los presbíteros estemos cerca del pueblo de Dios”, agregó el padre Mancía.
La celebración del Jueves Santo continuó en horas de la tarde con la presencia de líderes religiosos y cientos de hondureños en la Procesión del Silencio.
Alfombras
Al menos mil personas, en su mayoría jóvenes, daban forma ayer en Tegucigalpa a una alfombra hecha de unos 600 metros de longitud a base de aserrín en vivos colores con imágenes religiosas que estará lista hoy para la procesión del Santo Entierro.
La alfombra con motivos religiosos propios de la Semana Santa es elaborada en la Avenida Cervantes, en el centro histórico de la capital.
“Me llena mucho espiritualmente participar en la elaboración de la alfombra”, comentó Carmen Melgar a la agencia EFE, mientras con sus manos daba los últimos retoques a un conjunto de flores en la parte central de la obra de arte religioso. Los voluntarios trabajaron dos días seguidos para terminar la alfombra, que tendrá una duración efímera, pues será borrada con el paso sobre ella de los feligreses que participen en el Santo Entierro.
Mientras los jóvenes elaboraban la alfombra, en uno de los jardines de la catedral otro grupo de muchachos, hombres y mujeres, ensayaban su papel para el viacrucis de hoy.
Actividades similares a la confección de alfombras en Tegucigalpa se hacen en otras ciudades de Honduras.
El cardenal Óscar Andrés Rodríguez dijo ayer que Honduras necesita ser “ungida” por la gracia de Dios, durante la homilía de la misa crismal del Jueves Santo que celebró en la basílica menor de Suyapa.
El mensaje central del cardenal fue dirigido a que la bondad debe reinar en los corazones de todos los hondureños.
En la misa se rememora el día de la institución del sacerdocio y por ello su homilía, como en anteriores Jueves Santos, estuvo dedicada también a los consejos para los sacerdotes.
“Honduras debe ser ungida en bondad por la gracia de Dios y el Espíritu Santo”. El religioso también abogó por el fin de la violencia, de la delincuencia, del descontrol y de la falta de moralidad en el país.
A su vez dijo que los jóvenes necesitan ser guiados por el Espíritu Santo, ya que muchos andan perdidos en la calle y se hacen tatuajes porque pierden su identidad por estar bajo el efecto de las drogas y el alcohol.
| Muchos católicos, incluyendo jóvenes, asisten a las todos los actos religiosos.
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Además consagró el santo crisma, el cual consiste en bendición de los tres óleos. Uno es para la unción de los enfermos, otro para el bautismo y confirmación, y el tercero para el sacerdocio.
El ungüento luego es enviado a las parroquias para los actos litúrgicos y bendecir a los feligreses. Además, durante la eucaristía unos 150 sacerdotes renovaron su promesa de fe, compromiso y lealtad con Dios. “El espacio de nuestra ciudad debe ser ungido para que la bondad se expanda en toda la sociedad”, manifestó el cardenal.
“El Jueves Santo también se celebra la institución de la eucaristía y del sacerdocio de parte de nuestro Señor Jesucristo en el momento de la última Cena”, dijo Eduardo Mancía, párroco de la iglesia El Calvario, de Comayagüela.
| El Santo Crisma es el óleo consagrado para ungir a los nuevos bautizados.
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La celebración del Jueves Santo continuó en horas de la tarde con la presencia de líderes religiosos y cientos de hondureños en la Procesión del Silencio.
Alfombras
Al menos mil personas, en su mayoría jóvenes, daban forma ayer en Tegucigalpa a una alfombra hecha de unos 600 metros de longitud a base de aserrín en vivos colores con imágenes religiosas que estará lista hoy para la procesión del Santo Entierro.
La alfombra con motivos religiosos propios de la Semana Santa es elaborada en la Avenida Cervantes, en el centro histórico de la capital.
| Los líderes de la Iglesia hacen un llamado a la población a retomar el verdadero significado de la época.
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Mientras los jóvenes elaboraban la alfombra, en uno de los jardines de la catedral otro grupo de muchachos, hombres y mujeres, ensayaban su papel para el viacrucis de hoy.
Actividades similares a la confección de alfombras en Tegucigalpa se hacen en otras ciudades de Honduras.