25/03/2024
01:39 AM

Juan Orlando Hernández se declara no culpable en segunda audiencia

El expresidente de Honduras está siendo enjuiciado en Nueva York por tres cargos asociados al narcotráfico y armas.

Nueva York, Estados Unidos.

El expresidente hondureño Juan Orlando Hernández , durante su segunda audiencia presencial este martes se declaró no culpable ante un tribunal federal de Nueva York, de los cargos de tráfico de cocaína y posesión de armas pesadas de los que le acusa el Gobierno de Estados Unidos.

“No culpable, su señoría” respondió Hernández a las pregunta del juez Kevin Castel sobre cómo se declaraba de los cargos presentados contra él. En tanto, el juez adelantó que le gustaría fijar como fecha para el comienzo de la selección del jurado para el juicio, el 17 de enero; mientras tanto, la siguiente vista ha sido fijada para el 28 de septiembre, para dar tiempo a la Fiscalía a terminar de reunir las pruebas en contra del expresidente hondureño y a la defensa para revisarlas.

La defensa no presentó ninguna solicitud de fianza, pero sí mejores condiciones para el exgobernante, puesto que según sus abogados, “está siendo tratado como un prisionero de guerra”. Hernández Alvarado seguirá detenido mientras continúa su proceso en Nueva York.

En su primera comparecencia en persona ante la justicia en Estados Unidos, adonde fue extraditado el pasado 21 de abril, Hernández apareció vestido con el uniforme azul de la cárcel donde espera la celebración de su juicio, y al entrar en la sala, con mascarilla, sonrió y saludó al público y a la prensa.

Durante el desarrollo de la audiencia frente al juez Kevin Castel, a Hernández Alvarado se le detallaron los tres cargos por los cuales lo acusa la Fiscalía, se comentaron algunos indicios en torno a las evidencias y se le preguntó si era inocente o culpable.

A continuación el hilo de conversación durante la audiencia:

Juan Orlando Hernández ha entrado en prisión con camiseta azul y la sala de audiencias está llena. Señala su corazón, mirando a alguien en la galería, mientras el intérprete le habla a través del micrófono y los auriculares.

- Hay tres alguaciles estadounidenses que acompañan a Juan Orlando, uno parado detrás de él, dos junto a la puerta del bloque de celdas por el que entró.

- Juez Castel: Estamos aquí para US v. Juan Orlando Hernandez.

- Raymond Colón: En representación del señor Juan Orlando Hernández Alvarado.

- Juez Castel: Tengo una acusación de reemplazo. Sr. Colón, ¿el acusado lo ha discutido con usted?

- Colón: Sí.

- Juez Castel: ¿Cómo se declara?

- JOH: No culpable, su señoría.

- Juez Castel: Déjame escuchar sobre el descubrimiento.

- Fiscalía: Tenemos archivos electrónicos que incluyen mensajes de redes sociales del acusado. Estamos a 60 días para completar la producción.

- Juez Castel: ¿Tiene escuchas telefónicas y devoluciones de órdenes de allanamiento?

- Fiscalía: Sí.

- Juez Castel: ¿Alguna declaración posterior al arresto?

- Fiscalía: No.

- Juez Castel: Sr. Colón, ¿alguna moción?

- Colón: Sí, señor.

- Juez Castel: ¿Qué tal si regresa en 120 días para presentar alguna moción?

- Colón: Sí.

- Juez Castel: Entonces, la segunda quincena de septiembre.

Juan Orlando está tomando notas en un bloc de notas amarillo. A una mujer en la primera fila le susurran una interpretación al oído.

- Colón: Me gustaría dejar algo en el registro, tengo el honor de representar al expresidente de Honduras. La gente en la galería desea mostrar su admiración por él.

Afuera en Worth Street, una multitud está cantando para que Juan Orlando tenga al menos la misma vida más 30 años que su hermano Tony.

- Colón: Fue difícil encontrarme con mi cliente en el MDC y socava la sexta enmienda. No debería tener que hacer un proceso de investigación diario.

- Colón: A mi cliente desde que llegó se le han negado privilegios de comisario. Hemos intentado depositar dinero, pero es rechazado, ha estado allí durante 20 días sin ningún acceso a la comisaría y no se le ha permitido llamar a su familia.

- Colón: Mis asistentes legales pueden entrar a verlo, pero yo no, no creo estar en ninguna lista de vigilancia, también se le ha negado el acceso a los correos electrónicos. Está en una unidad segregada entiendo, fui asistente de comisión de cárceles en NY.

- Colón: Está en K.H. 4, es el único recluso allí. Está siendo tratado como un prisionero de guerra, en la cancha de baloncesto no le dan pelota.

- Colón: No es un terrorista, no ha hecho daño a nadie. Muchos aquí están de acuerdo en que Juan Orlando no ha hecho daño a nadie.

- Juez Castel: Me gustaría que los fiscales investiguen cualquier restricción al acceso del Sr. Colón a su cliente y me informen en una semana, siete días. Si hay material que necesita estar sellado, que así sea, puede ser.

- Castel: En cuanto a su colocación en la SHU [Unidad de Vivienda Especial], no es lo que hacemos como Poder Judicial. Señor Colón, después de ese informe, podría escribirme.

- Fiscalía Estamos determinando si se necesitará una sesión informativa clasificada, diremos en 60 días.

- Fiscalía: Nos movemos para excluir el tiempo bajo la Ley de Juicio Rápido hasta el 28 de septiembre.

- Juez Castel: Tengo la intención de elegir una fecha para el juicio el 28 de septiembre y solo el martes 17 de enero de 2023 trabajaría para un juicio.

Hernández escuchó los cargos en su contra y una vez terminada la audiencia abandonó la sala en medio de improperios proferidos por algunos asistentes: “Rata”, “Asesino”, “¡A arrepentirse, Juan Orlando”.

Juan Orlando Hernández llegando a Nueva Yok tras ser extraditado desde Honduras.

Durante su primera audiencia el 22 de abril, a Juan Orlando Hernández se le leyeron los cargos en su contra por narcotráfico y posesión de armas, que escuchó en videoconferencia desde la prisión federal en la que está en Nueva York.

El exgobernante no llevaba el uniforme del Centro Metropolitano de Detención en el condado de Brooklyn, donde ha estado recluido. El exmandatario mostraba una aparente calma, vestía un abrigo acolchado azul y una camisa blanca durante la breve audiencia.

La primera audiencia fue transmitida en circuito cerrado para periodistas (más algunos ciudadanos hondureños que pudieron entrar) en la Corte Federal en Manhattan donde se lleva a cabo el proceso judicial en su contra. Previo al comienzo de la audiencia, en la que estuvo representado por el abogado Raymond Colón, designado por su familia junto con Daniel Pérez para su defensa, Hernández miraba de vez en cuando a su derecha, donde al parecer había una ventana ya que una tenue luz iluminaba su rostro.

En un momento Hernández, aferrado al teléfono a través del cual escuchaba al intérprete, sonrió y tomó un sorbo de refresco. Con la ayuda del intérprete el exmandatario escuchó del juez Stewart D. Aaron los cargos presentados en su contra por el Gobierno estadounidense, quien fijó la próxima audiencia para este 10 de mayo.

De ser extraditado a enfrentar tres cargos

Hernández, de 53 años, está acusado de tres delitos cometidos, según la Fiscalía, entre 2004 y 2022: conspiración para la importación de cocaína, posesión de ametralladoras y armas pesadas y conspiración para la posesión de esas ametralladoras y armas. Estos dos últimos delitos pueden merecer la cadena perpetua.

La acusación formal, de 20 páginas, alega que Hernández formó parte de una conspiración que desde 2004 transportó más de 500 toneladas de cocaína hacia Estados Unidos a través de Honduras, procedente de Colombia, Venezuela y otros países. Como parte de esa conspiración, Hernández recibió “millones de dólares de múltiples organizaciones narcotraficantes en Honduras, México y otros lugares”.

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Los dos períodos de gobierno de Hernández en Honduras fueron salpicados por denuncias de las principales fuerzas de oposición de que dijo ganar las elecciones de 2013 y 2017 “con fraude”, lo que también recogió la acusación. “Hernández usó esos beneficios del narcotráfico para enriquecerse, financiar sus campañas políticas y cometer fraude electoral, incluido en relación con las elecciones presidenciales de 2013 y 2017”, agregó la acusación de Estados Unidos.

Estados Unidos ha alegado que en 2013 Hernández recibió un “soborno de un millón de dólares” del narcotraficante mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán, entonces líder del Cartel de Sinaloa, “a cambio de una promesa de proteger” a esa organización en Honduras.

Juan Orlando Hernández al momento de ser entregado a agentes de la DEA para su extradición.

Hernández, quien antes de que se presentaran cargos en su contra había sido identificado en un documento de la fiscalía de Manhattan como el “CC-4” sin nunca mencionar su nombre y vinculándolo con el narcotráfico, ha reiterado en varias ocasiones que es inocente.

Incluso, antes de ser extraditado grabó un mensaje para los hondureños, que fue dado a conocer en las redes sociales por su esposa Ana García. “Soy inocente, he sido y estoy siendo sometido a un proceso de manera injusta”, indicó.

Hernández siempre ha rechazado las acusaciones, algunas de ellas por hondureños que enfrentan juicio o están condenados en ese país por tráfico de drogas. Ha argumentado que es víctima de una “venganza y una conspiración” y que está “seguro que Dios” le hará “justicia”.

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En marzo de 2021, un hermano del expresidente, el exdiputado Juan Antonio “Tony” Hernández, fue condenado a cadena perpetua más 30 años de prisión por narcotráfico.

La extradición de Hernández Alvarado se consolidó el 21 de abril y la Corte Suprema de Justicia (CSJ) ordenó el 13 de abril la entrega a Estados Unidos luego de que la resolución sobre su extradición fue firmada por los 15 magistrados que integran el pleno.

La sala constitucional ratificó el 8 de abril la extradición del expresidente hondureño, que el pleno de la Corte Suprema de Justicia había confirmado el 28 de marzo. El 16 de marzo, un juez natural designado por el pleno del Supremo hondureño autorizó la extradición de Hernández, lo que en su momento fue apelado por su defensa.

El 14 de febrero, tres semanas después de que Juan Orlando Hernández concluyó su segundo mandato en el poder, Estados Unidos le solicitó a Honduras su “arresto preventivo” con fines de extradición, acusándolo de tres cargos.