LA CEIBA. Meditando en cada uno de los pasos que le tocó padecer a Jesús en su camino al Calvario, decenas de fieles católicos participaron del santo vía crucis desarrollado ayer en las distintas calles y avenidas de esta ciudad.
“Que Jesús resucitado traiga nueva vida a Honduras. Que transforme este país que muchas veces ha sido desfigurado por el mal, por la corrupción, la injusticia y la inseguridad”, exclamó monseñor Miguel Lenihan, obispo de la Diócesis de La Ceiba.
El prelado pidió también que haya más oportunidades para el pueblo. “Que haya medicinas en los hospitales, fuentes de trabajo y que reine la paz en Honduras”.
El vía crucis fue recreado por jóvenes de la pastoral juvenil de la parroquia San Isidro, de La Ceiba.
Este acto junto con las alfombras de aserrín son parte de los atractivos típicos de esta época y que forman parte del turismo religioso.
Para miles de ceibeños que estuvieron presentes, este acto de fe sirvió para reflexionar entre cada una de las estaciones de la pasión y muerte de Jesucristo sobre cómo esta ciudad del litoral del Atlántico recuperará la paz.
