Tegucigalpa, Honduras
Una noche inolvidable se vivió el martes en horas de la noche en Tegucigalpa cuando el reloj se detuvo en el tiempo y los capitalinos dieron la bienvenida a la navidad con una gigantesca Villa.
El evento se desarrolló en el bulevar Juan Pablo II con el retorno de la época festiva, el cielo se mostró como un gran manto oscuro sobre el que titilaban las estrellas, el frío, característico de diciembre, propició el calor familiar.
Los capitalinos, en medio del júbilo, derroche de alegría, luces, música, coros y sorpresas fueron partícipes de la inauguración de la Villa Navideña.
El singular proyecto fue un regalo que la Corporación Municipal para los capitalinos con motivo de las fiestas de diciembre.
El momento
Lizette de Asfura, esposa del alcalde de Tegucigalpa, hizo emocionante el encendido oficial de las luces del árbol de Navidad más grande de la ciudad.
Se trata de un gigantesco pino sintético de 17 metros de altura, con vistosos adornos de esferas, bastones, guirnaldas y cientos de luces tenues, que desde ayer y hasta el 6 de enero próximo es como un faro que da la bienvenida a los ciudadanos que visiten la capital.
Con entusiasmo, el alcalde Nasry Asfura le dio la bienvenida al último mes del año y envió un mensaje de paz y esperanza a los capitalinos. “Que Dios nos bendiga a todos y nos dé paz y serenidad y que nos ilumine para tener una mejor Honduras”, expresó.
La Villa Navideña es el resultado de intensas jornadas de trabajo, realizadas durante varias semanas, con el propósito de ofrecer a las familias capitalinas un espacio de convivencia que les permita reencontrarse con las tradiciones propias de esta temporada.
Es por ello que la Alcaldía y los patrocinadores se han esmerado para que los visitantes, al ingresar de manera gratuita, descubran todo un mundo de sorpresas, magia y diversión sin límites.
Una noche inolvidable se vivió el martes en horas de la noche en Tegucigalpa cuando el reloj se detuvo en el tiempo y los capitalinos dieron la bienvenida a la navidad con una gigantesca Villa.
El evento se desarrolló en el bulevar Juan Pablo II con el retorno de la época festiva, el cielo se mostró como un gran manto oscuro sobre el que titilaban las estrellas, el frío, característico de diciembre, propició el calor familiar.
Los capitalinos, en medio del júbilo, derroche de alegría, luces, música, coros y sorpresas fueron partícipes de la inauguración de la Villa Navideña.
El singular proyecto fue un regalo que la Corporación Municipal para los capitalinos con motivo de las fiestas de diciembre.
 Los capitalinos disfrutarán de la Villa.
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Lizette de Asfura, esposa del alcalde de Tegucigalpa, hizo emocionante el encendido oficial de las luces del árbol de Navidad más grande de la ciudad.
Se trata de un gigantesco pino sintético de 17 metros de altura, con vistosos adornos de esferas, bastones, guirnaldas y cientos de luces tenues, que desde ayer y hasta el 6 de enero próximo es como un faro que da la bienvenida a los ciudadanos que visiten la capital.
Con entusiasmo, el alcalde Nasry Asfura le dio la bienvenida al último mes del año y envió un mensaje de paz y esperanza a los capitalinos. “Que Dios nos bendiga a todos y nos dé paz y serenidad y que nos ilumine para tener una mejor Honduras”, expresó.
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La Villa Navideña es el resultado de intensas jornadas de trabajo, realizadas durante varias semanas, con el propósito de ofrecer a las familias capitalinas un espacio de convivencia que les permita reencontrarse con las tradiciones propias de esta temporada.
Es por ello que la Alcaldía y los patrocinadores se han esmerado para que los visitantes, al ingresar de manera gratuita, descubran todo un mundo de sorpresas, magia y diversión sin límites.
