Los empleados de la Empresa Hondureña de Telecomunicaciones (Hondutel) no están dispuestos a quitar el dedo de la llaga hasta lograr que se autorice el presupuesto que salvará del descalabro a la estatal.
En un nuevo pronunciamiento emitido ayer ante el desinterés del Congreso Nacional de aprobar el plan de rescate y el proyecto de presupuesto de dicha institución, los empleados advirtieron que “los días de Hondutel se acaban” porque a seis meses del presente año fiscal aún no tiene su presupuesto y carece de las herramientas para implementar las medidas que se requieren para evitar el colapso de la estatal.
“Hoy Hondutel agoniza, se nos quitó la oportunidad de invertir y modernizar la tecnología para brindar servicios competitivos, dejándonos únicamente operando la telefonía fija del país, misma que por los avances tecnológicos va en desuso día a día disminuyendo los ingresos y llevándonos al borde de la quiebra”, advirtieron los trabajadores.
La semana anterior los diputados del Congreso Nacional decidieron irse de vacaciones sin aprobar el plan de rescate y el presupuesto de Hondutel, que ya había sido consensuado con todos los sectores y estaba listo para la discusión y posterior aprobación.
Actualmente la empresa opera con el presupuesto del año anterior, el cual no responde a las necesidades que enfrenta la estatal que pretende poner en marcha de manera inmediata un plan de inversión por el orden de los 150 millones de lempiras. Ante la profunda crisis, los trabajadores iniciaron el pasado lunes asambleas informativas a nivel nacional, exigiendo la inmediata aprobación de los recursos.
Medidas
Los miembros del Sindicato de Trabajadores de Hondutel exigen la puesta en marcha de al menos cinco medidas que estarían garantizando la recuperación financiera de dicha institución.
La primera tiene que ver con el reconocimiento de Hondutel como único operador con licencia de portador internacional, según el decreto 367-2005.
Esta medida le dejaría a Hondutel más de 300 millones de lempiras.
Plantean que exista la simetría en los cargos de acceso con los operadores privados, dejando ya de favorecerlos, puesto que esto ha significado a la empresa trasladarles más de 200 millones de dólares.
