Una espectacular movilización policíaca provocó un hondureño y otro mexicano luego que golpearon con bates de béisbol a dos personas y luego les dispararon en repetidas ocasiones con una escopeta calibre 12 sin lograr lesionarlos. Se entregaron al verse rodeados por numerosos policías informó el diario Sol de Tijuana.
Los detenidos dijeron llamarse Juan Carlos Romero Macedo, de 36 años de edad, y el hondureño René Isaac Maldonado Aguiluz, de 40, señalados por los afectados Daniel Camacho Solís, de 32, y David Magaña Luna, de 19, a quienes golpearon severamente en la parte posterior de la cabeza a las 06:30 de la mañana del domingo.
Fueron los tripulantes de la patrulla 3659 quienes recibieron el reporte de que se efectuaban detonaciones de arma de fuego en el callejón Mariano Escobedo y Fernando Sánchez Ayala, de la colonia Castillo, en la periferia de la zona central, por lo que se trasladaron al sitio.
Ahí se entrevistaron con los agraviados Magaña Luna y Camacho Solís quienes los enteraron de que al sitio arribaron los agresores a bordo de una vagoneta Ford Explorer de color negro y tras allanar su domicilio sin más les espetaron palabras altisonantes, a la vez que el hondureño los golpeaba con un bate de béisbol.
Luego Romero Macedo se dirigió al vehículo para extraer una escopeta calibre 12 con la que les disparó en cuatro ocasiones sin lograr impactarlos debido a que lograron cerrar la puerta y fue entonces que con premura ambos hampones emprender la huida.
Sin embargo, testigos oculares les informaron a los uniformados que sabían dónde tenían su residencia el par de truhanes por lo se dirigieron a la calle Carranza y hallar aparcada la vagoneta en el estacionamiento del inmueble marcado con el número 6420, por lo que solicitaron el apoyo de sus compañeros.
Detención
Minutos después arribaron cuatro patrullas de la policía municipal y seis de la Estatal Preventiva quienes de inmediato acordonaron la zona y establecer comunicación con una mujer que se negó a proporcionarles la identidad del propietario de la unidad motriz.
Fue en esos momentos cuando Juan Carlos Romero gritó desde el interior que 'saldría con las manos en alto que no dispararan porque se encontraba acompañado de su familia' y luego aceptar como ciertos los hechos de que lo acusaban.
Posteriormente hizo entrega de la escopeta abastecida con cinco cartuchos útiles y convencer al extranjero para que se entregara y al someterlo a una revisión precautoria hallarlo en poder de un pasaporte vigente expedido en la República de Honduras a su nombre y con su fotografía.
En tanto que el par de atacantes fueron presentados ante las autoridades competentes por los hechos antes descritos, socorristas de la Cruz Roja asistieron a las víctimas y en el momento estimar que las lesiones que presentaban no requerían de hospitalización.
