Defender la Constitución de la República y sus leyes tuvo consecuencias graves para la economía del país.
Preservar la soberanía y no permitir la usurpación de gobiernos populistas sumergió al país en una gran crisis financiera y de eso se saca una conclusión: Honduras es un país digno pero quebrado.
Muchas naciones amigas y los organismos financieros internacionales fueron los primeros en dar la espalda al país de 7.5 millones de habitantes. Las crisis política y financiera van totalmente ligadas.
Al consultarle al ex ministro de Finanzas, Arturo Alvarado, sobre el daño que le causó a las finanzas del país no tener un presupuesto el año pasado mientras estuvo en el poder Manuel Zelaya, dijo directamente que “no tenerlo y tener un objetivo como la cuarta urna hizo que la mayor parte del gasto se fuera en gasto corriente sin ningún control. No tener un presupuesto aprobado era tener un arca abierta”, explicó Alvarado.
El 30 de junio de 2009, el Gobierno interino encontró más de ocho mil millones en gastos sin imputación presupuestaria del Gobierno. “Fueron valores que desembolsó la Tesorería de la República y no afectaron el presupuesto.
Se registran como cuentas por cobrar”, explicó Finanzas mediante documento público. Según las autoridades de Finanzas, el valor sujeto a regularización no debería ser alto, pero, como el gobierno de Zelaya no tenía un presupuesto aprobado, el valor pendiente de regularizar es de 8,496.5 millones de lempiras.
Las autoridades interinas de Finanzas tuvieron que realizar varias gestiones que no hizo la administración de Zelaya para regularizar los gastos, por ejemplo, aprobar decretos para completar la regularización, prohibir gastos sin imputación presupuestaria que ya se habían hecho al remitirlos al Tribunal Superior de Cuentas y al Congreso Nacional, para que, al deducir responsabilidades civiles, penales y administrativas a los ejecutores de los gastos, los datos sirvan a los entes contralores. Finanzas reveló que ya aclararon y ordenaron cuentas, pero siguen pendientes de regularizar casi 3,500 millones de lempiras.
Recursos adicionales
Que algunas instituciones estaban sin presupuesto al llegar Roberto Micheletti a la Presidencia no significa que el gobierno de Zelaya en sus tres años y medio no les dio un centavo: todo lo contrario.
Instituciones como Casa Presidencial, la Guardia de Honor Presidencial, el Instituto Nacional de Estadísticas, INE, y el Fondo Social de Vivienda, Fosovi, ya habían utilizado todo el presupuesto asignado para el año.
La Secretaría de Finanzas, Sefin, reveló que al 28 de junio de 2009 las instituciones antes mencionadas ya habían utilizado todo el presupuesto asignado para el año porque se vieron en la obligación de asignar recursos adicionales.
“Casa Presidencial ya había ejecutado 418.9 millones, la Guardia de Honor treinta, el Ine treinta y el Fosovi tres millones”, argumentaron en el informe. También informaron que persiste la deuda flotante documentada heredada del gobierno de Zelaya; sin embargo, la Sefin asegura que la han logrado reducir en 788.1 millones de lempiras. Al 30 de diciembre de 2009, la deuda flotante de la administración de Zelaya era de 5,509.6 millones y al 20 de enero de 2010 es de 4.721.5 millones.
Los compromisos adquiridos por el gobierno de Zelaya de manera documentada corresponden a instituciones como el Instituto de Previsión del Magisterio, Inprema, Fondo Vial, deuda externa, Instituto de Previsión Militar, alcaldías, vacaciones de los docentes y el Instituto Hondureño de Seguridad Social.
Acciones
Sefin deja constancia de las deudas adquiridas por Zelaya documentadas en su totalidad, pero revela también los compromisos adquiridos por el ex mandatario sin documentación, deuda flotante de 1,364.50 millones de lempiras.
Las instituciones que recibieron millones de lempiras del gobierno de Zelaya fueron Salud, Educación, Obras Públicas, Transporte y Vivienda, la Comisión Ejecutiva del Valle de Sula y el Fondo Vial.
Una de las conclusiones más preocupantes de la ministra de Finanzas, Gabriela Núñez, y su equipo de trabajo es el incremento de la deuda interna en la gestión de Manuel Zelaya.
“Se incrementó sustancialmente: a diciembre de 2009 tenía un monto de 22,844.3 millones de lempiras, durante 2008 el incremento fue de 6,050.6 millones y en 2009 el incremento fue de 10,196.6 millones de lempiras.
Hemos revisado las cifras y es una situación fiscal bastante complicada. El año pasado, la mayor parte del déficit fue financiado con recursos internos y eso ha hecho que la deuda interna se dispare”, manifestó el ex ministro de Finanzas, Arturo Alvarado.
Una de las acciones inmediatas para el nuevo Gobierno, según Alvarado, es abrir las relaciones con la comunidad internacional para que Honduras tenga acceso al financiamiento externo y no seguir financiando el déficit con recursos internos.
Para Alvarado, las claves para recuperar las finanzas públicas son mejorar las recaudaciones tributarias y revisar o eliminar las exoneraciones tributarias. “Se debe trabajar en el fortalecimiento de la Dirección Ejecutiva de Ingresos, DEI. La gente debe volver a tener el hábito de pagar impuestos. También es preciso reducir el gasto corriente y aplicar medidas de austeridad. Estamos en crisis y hay que usar medidas para racionalizar este gasto”, argumentó Alvarado.
El ex funcionario cree que llegó la hora de enfrentar el problema de los sueldos y salarios del Gobierno porque la situación es insostenible.
Explicó que, de cada lempira que se paga en impuestos, 74 centavos son para pagar los salarios del Gobierno y eso ya no puede sostenerse. Le recomendó al nuevo Gobierno que se siente con los colegios magisteriales para revisar todo lo que tiene que ver con estatutos y con el servicio civil. “Hay que llegar a un acuerdo para contener ese incremento tan irracional en la base salarial en los últimos cuatro años”, expuso.
Otro punto clave para Alvarado es la concertación entre el Gobierno y la empresa privada y el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, FMI.
Apertura internacional
“Este acuerdo con el FMI debe ser rápido para darles a la comunidad internacional y a los inversionistas extranjeros la seguridad de que vamos a enfrentarnos al problema económico”, aconsejó Alvarado. Afortunadamente, después de la toma de posesión del presidente electo Porfirio Lobo, la comunidad internacional y los organismos internacionales le darán de nuevo apertura a Honduras, según Alvarado.
“De esa manera volveremos a tener acceso a financiamientos, pero hay que tener mucho cuidado con el incremento en la deuda externa e interna, que ha sido destinada en su mayoría al gasto corriente.
Hay que ver de qué manera se dirige de nuevo el endeudamiento. Tiene que ser para infraestructura y mayor inversión en el gasto social”, agregó Alvarado.