Santa Rosa de Copán, Honduras.
El mantenimiento de las carreteras consume gran parte de los presupuestos de las municipalidades del departamento de Copán cada año, puesto que los alcaldes destinan millones de lempiras para reparar las vías de acceso a sus municipios.
En el departamento, según información con la que se trabaja en la Secretaría de Planificación, hay más de 1,173 kilómetros de carreteras, que se subdividen en principales pavimentadas y principales de material selecto, secundarias pavimentadas y de material selecto y las vecinales de material selecto y de tierra.
De los más de mil kilómetros de vías, apenas hay unos 330 kilómetros pavimentados, mientras que de material selecto hay casi 700 kilómetros de vías.
Total deterioro
El estado de las carreteras principales en la región de occidente es deficiente, según pobladores y transportistas.
La superficie de rodadura en la carretera CA-11 y que brinda acceso a los municipios de Copán Ruinas, Cabañas, Santa Rita, San Agustín y Concepción, la cual llega hasta el punto fronterizo de El Florido, está en pésimas condiciones. Además del deterioro estructural, se observan puntos específicos de la vía que han cedido por la presencia de fallas geológicas importantes.
Igual situación se observa en la carretera CA 4, o sea la carretera internacional que comunica el norte de Honduras con las fronteras de El Salvador y Guatemala, donde el nivel de deterioro de la superficie de rodadura es significativo y en muchos de sus tramos se plantea la necesidad de una reconstrucción total de la subestructura y superestructura.
En relación con las no pavimentadas y conformadas por el conjunto de carreteras terciarias, rurales, vecinales y caminos de penetración, la situación es similar en toda la región, dado a que no cuentan con ningún tipo de revestimiento, más que material selecto compactado.
Las condiciones de mantenimiento no son periódicas, por lo que en la época lluviosa la circulación es muy difícil.
El sur de Copán se caracteriza porque la conectividad está condicionada más por la presencia de caminos vecinales y no pavimentados que por la presencia de carreteras principales o secundarias pavimentadas.
A pesar que la reparación y mantenimiento de las carreteras es responsabilidad del Fondo Vial, son decenas de municipalidades las que se dan a la tarea de hacer dicho mantenimiento con el objeto de impulsar el desarrollo económico de los municipios.
Millonaria inversión
El alcalde de Concepción, Marel Sánchez, indicó que en el caso de su localidad siguen invirtiendo un millón de lempiras para “medio mantener” las vías de comunicación, aunque hay que destacar que gracias a los fondos de los productores de café aunamos esfuerzos junto con la Municipalidad.
Según Sánchez, igual que en la Municipalidad que dirige, en municipios como San Agustín, Dolores y Dulce Nombre, se invierten sumas similares para hacer raspados en los desvíos hacia dichos lugares para facilitar los accesos no solo de los productores sino también de los pobladores que se trasladan. En la época lluviosa es cuando el estado de las vías empeora, por lo que piden al Gobierno no olvidarse de ellos.
El mantenimiento de las carreteras consume gran parte de los presupuestos de las municipalidades del departamento de Copán cada año, puesto que los alcaldes destinan millones de lempiras para reparar las vías de acceso a sus municipios.
En el departamento, según información con la que se trabaja en la Secretaría de Planificación, hay más de 1,173 kilómetros de carreteras, que se subdividen en principales pavimentadas y principales de material selecto, secundarias pavimentadas y de material selecto y las vecinales de material selecto y de tierra.
De los más de mil kilómetros de vías, apenas hay unos 330 kilómetros pavimentados, mientras que de material selecto hay casi 700 kilómetros de vías.
Total deterioro
El estado de las carreteras principales en la región de occidente es deficiente, según pobladores y transportistas.
La superficie de rodadura en la carretera CA-11 y que brinda acceso a los municipios de Copán Ruinas, Cabañas, Santa Rita, San Agustín y Concepción, la cual llega hasta el punto fronterizo de El Florido, está en pésimas condiciones. Además del deterioro estructural, se observan puntos específicos de la vía que han cedido por la presencia de fallas geológicas importantes.
Igual situación se observa en la carretera CA 4, o sea la carretera internacional que comunica el norte de Honduras con las fronteras de El Salvador y Guatemala, donde el nivel de deterioro de la superficie de rodadura es significativo y en muchos de sus tramos se plantea la necesidad de una reconstrucción total de la subestructura y superestructura.
En relación con las no pavimentadas y conformadas por el conjunto de carreteras terciarias, rurales, vecinales y caminos de penetración, la situación es similar en toda la región, dado a que no cuentan con ningún tipo de revestimiento, más que material selecto compactado.
Las condiciones de mantenimiento no son periódicas, por lo que en la época lluviosa la circulación es muy difícil.
El sur de Copán se caracteriza porque la conectividad está condicionada más por la presencia de caminos vecinales y no pavimentados que por la presencia de carreteras principales o secundarias pavimentadas.
A pesar que la reparación y mantenimiento de las carreteras es responsabilidad del Fondo Vial, son decenas de municipalidades las que se dan a la tarea de hacer dicho mantenimiento con el objeto de impulsar el desarrollo económico de los municipios.
Millonaria inversión
El alcalde de Concepción, Marel Sánchez, indicó que en el caso de su localidad siguen invirtiendo un millón de lempiras para “medio mantener” las vías de comunicación, aunque hay que destacar que gracias a los fondos de los productores de café aunamos esfuerzos junto con la Municipalidad.
Según Sánchez, igual que en la Municipalidad que dirige, en municipios como San Agustín, Dolores y Dulce Nombre, se invierten sumas similares para hacer raspados en los desvíos hacia dichos lugares para facilitar los accesos no solo de los productores sino también de los pobladores que se trasladan. En la época lluviosa es cuando el estado de las vías empeora, por lo que piden al Gobierno no olvidarse de ellos.