El hallazgo de una estatuilla de jade, de la cultura olmeca, en Olancho hace suponer que esa región pudo ser una franja de confluencia entre culturas que vivieron en la zona entre México y Colombia.
Olancho, el departamento más grande de Honduras, ha sido clasificado como un área cultural de influencia intermedia, que abarca desde el este de Honduras hasta Colombia, dijo la arqueóloga Carmen Julia Fajardo.
No obstante, Fajardo consideró que el hallazgo de la estatuilla, de unos 28 centímetros de alto y 22 de ancho, 'nos está diciendo que puede caer en el área de influencia mesoamericana', que abarca México y Centroamérica.
'Olancho podría ser el punto de encuentro del área cultural mesoamericana y el área intermedia de los chibchas', explicó.
La civilización chibcha floreció en Colombia hace más de 500 años.
Fajardo dijo que el hallazgo de la estatuilla, que fue realizado por cuatro jóvenes estudiantes en el interior de la cueva 'Hato Viejo', en el sector de Catacamas, 'teóricamente es bueno para levantar una hipótesis de hasta dónde llega la influencia mesoamericana'.
Los estudiantes Raúl Macías, Julio César Romero, Joseph Castro y Samir Fernández mantuvieron la pieza en su poder durante varios meses, pero decidieron entregarla al presidente de Honduras, Manuel Zelaya, el 28 de mayo pasado.
Zelaya traspasó la estatuilla al Instituto Hondureño de Antropología e Historia, Ihah, para su custodia e investigación.
Las autoridades concluyeron que la pieza 'es cien por ciento olmeca' y que hasta ahora 'es el descubrimiento más tangible sobre la presencia olmeca en Honduras'.
La civilización olmeca se desarrolló en el período denominado pre clásico inferior y medio, que abarca desde el año 1500 antes hasta el 100 después de Cristo.
Según apuntes históricos, los olmecas formaron la primera gran cultura mesoamericana y alcanzaron un gran desarrollo: llevaban y traían diferentes mercancías para intercambiar, entre ellas el hule, de Tabasco y Veracruz, México.
Un estudio publicado en la revista Science, en febrero de 2005, concluyó que la cultura olmeca fue la 'madre' de las demás culturas que dominaron durante veinte siglos gran parte de Mesoamérica.
El jefe de la Unidad de Arqueología del Instituto Hondureño de Antropología e Historia, Ihah, Oscar Cruz, dijo a Efe que piezas como la encontrada en Olancho sólo se encuentran en el área nuclear de la civilización olmeca, ubicada en los estados de Tabasco y Veracruz.
Cruz expresó que el hallazgo hace suponer a los investigadores que hubo un intercambio con la cultura olmeca, pero, señaló, eso no significa 'que el sitio donde se encontró sea un sitio olmeca', pues para eso 'es necesario encontrar muchos indicadores, no uno solo'.
Fajardo coincidió con esta teoría al señalar que la pieza encontrada en Honduras era típica de los olmecas, que las utilizaban en sus intercambios.
Expuso además que el hallazgo podría significar 'que hubo fuerte intercambio cultural entre México y Centroamérica', y que 'hasta acá llegó la ola de la influencia olmeca'.
Pero el hallazgo de esta pieza no es la única evidencia de la presencia olmeca en Honduras.
En 2003, el Ihah reportó el descubrimiento de cuatro cráneos, varios huesos y diez vasijas en el Cerro de las Cuevas de las Campanas, también en el departamento de Olancho, fronterizo con Nicaragua.
Las autoridades dijeron entonces que la región donde se produjo el hallazgo fue poblado en la época prehispánica por tribus 'tawhakas' y 'pech', que aún se encuentran en la región, pero casi en extinción.
Fuentes del Ihah dijeron que impulsarán a la mayor brevedad posible un proyecto de investigación para profundizar en el conocimiento de la riqueza histórica de Olancho, hasta donde están llegando buscadores de tesoros interesados en los olmecas. EFE