23/04/2024
08:29 AM

Honduras mantendrá el mismo sistema cambiario

El Banco Central de Honduras analiza opciones para modernizar el mercado cambiario. El proceso sería gradual y de mediano plazo, de tres o más años.

San Pedro Sula, Honduras.

En 2017, pese a las sugerencias del Fondo Monetario Internacional (FMI) de flexibilizar el tipo de cambio, los hondureños tendrán la certeza de que el lempira mantendrá el mismo ritmo de devaluación: no superará el 4.1%. Para suerte de los hondureños, sobre todo para quienes viven de un salario, en los últimos dos años, el lempira se ha devaluado menos que en 2014 y, salvo que la autoridad monetaria, el Banco Central de Honduras (BCH), dé una sorpresa, esa misma tendencia continuará en 2017.

Sin embargo, cálculos establecidos por LA PRENSA, considerando los precios promedios históricos de los últimos tres años, indican que entre 2014 y 2016 ha habido una devaluación promedio anual de 4.1%.

Análisis

El 4 de enero anterior, el primer día hábil de 2016, un dólar costaba L22.5242, mientras el primero de noviembre, 23.2698. Después de 11 meses, un hondureño paga 75 centavos de lempira más.

En 10 meses, el lempira se ha devaluado 3.31% (0.7456 centavos, exactos), un porcentaje que está dentro de los planes de la autoridad monetaria.

Este comportamiento es similar al observado el año anterior: el 2 de enero de 2015, el precio de venta del dólar en los bancos era de L21.663, al cierre (31 de diciembre) llegó a L22.5241 (86 centavos más que al inicio).

En 2015, la devaluación tuvo una variación interanual de 3.98%, un porcentaje inferior al registrado en 2014, el cual llegó a 4.44%.

Para el cierre de diciembre de 2016, el lempira se devaluará 3.9%, de acuerdo con proyecciones de Fundemos Consultores.

Esa firma consultora, en el estudio Honduras Evolución de la Economía en 2016 y Proyecciones para 2017, presentado a Grupo Opsa, estima, además, que la devaluación en 2017 será de 4.1%.

De este modo, según Fundemos Consultores, a finales de diciembre de 2017, los hondureños tendrán que pagar en los bancos L24.2781.

Foto: La Prensa



Mecanismo

Hasta ahora, el Banco Central de Honduras es la entidad que rectora la política cambiaria (parte de la política monetaria) tiene como propósito mantener el valor externo del lempira para lograr la competitividad de las exportaciones.

El BCH hace efectiva esta política, es decir, define el precio de la divisa verde, por medio del Régimen de Banda Cambiaria que funciona a través del Sistema Electrónico de Negociación de Divisas (Sendi). Mediante esta plataforma somete a subastas diarias los dólares que el mercado demanda vía los agentes cambiarios autorizados (bancos y casas de cambio).

En diciembre de 2014, el directorio ejecutivo del FMI aprobó un acuerdo stand-by por $113.2 millones y un acuerdo bajo el servicio de crédito stand-by por $74.4 millones a favor de Honduras; pero antes el Gobierno tuvo que comprometerse a tomar algunas medidas económicas.

El 19 de noviembre, el Gobierno, representado por Marlon Tábora, expresidente del BCH, y Wilfredo Cerrato, secretario de Finanzas, firmaron ante el FMI la carta de intenciones que, en la página 9, numeral 19, asumió el compromiso de “preparar e implementar un plan para la eliminación de los requerimientos para la colocación de divisas”. Esto debió ocurrir en diciembre de 2015.

“Esto ayudará a fomentar el desarrollo futuro de un mercado cambiario interbancario y una mayor flexibilidad del tipo de cambio a medio plazo. Vamos a emitir los reglamentos necesarios para garantizar un funcionamiento adecuado y el desarrollo del mercado de divisas”, reza el documento.

Esta semana, al ser consultado por LA PRENSA sobre si el Gobierno aprobará un “mercado cambiario interbancario” y si “flexibilizará el tipo de cambio”, dijo que “se ha estado estudiando la forma correcta para fortalecer las reservas internacionales netas” y no tomará decisiones que puedan afectar a los ciudadanos.

Aunque no respondió con un sí o con un no, de manera tajante, explicó que el país tiene un compromiso con el FMI, pero, en cualquier momento, cuando considere, puede hacer una revisión del acuerdo.

Durante los últimos tres años, el esquema ha funcionado sin sobresaltos. Los bancos y las casas de cambio, que son los agentes autorizados, han mantenido el volumen de transacciones de divisas. Por medio del Sendi, en 2014, compraron $9,365 millones y vendieron $8,825. En 2015, compraron $9,697 millones y vendieron $9,320. En 2016, el rimo sigue igual.

Manuel Bautista, presidente del Banco Central de Honduras, dijo a LA PRENSA que el mercado cambiario entrará en un proceso de modernización; sin embargo, el esquema bajo el cual operaría aún no ha sido definido.

“La creación de un mercado cambiario interbancario está dentro del acuerdo, pero estamos analizando varias opciones. Este será un plan gradual que puede durar tres años o más”, dijo.

En el contexto centroamericano, El Salvador cuenta con una Ley de Integración Monetaria que permite la coexistencia del colón y el dólar, en Nicaragua y Costa Rica el esquema opera con un sistema de minidevaluaciones.

Guatemala se destaca porque el precio de la divisa no es fijado por el Banco Central, sino por el mercado, es decir, la oferta y demanda a través del mecanismo de flotación libre.

Con la flotación libre, el Banco Central de Guatemala es un jugador más que compra o vende divisas y no es un rector de la política cambiara, como sí sucede en Honduras.

En términos económicos, en un mercado libre, la devaluación desaparece y da paso a la apreciación o depreciación de la moneda, ambas determinadas por la oferta y la demanda.

Raúl Reina, miembro del Colegio Hondureño de Economistas (Che), es del criterio que en Honduras “el precio de la divisa debe ponerlo el Banco Central y no el mercado”.

“Basado en los antecedentes, puedo decir que el Banco Central ha hecho lo mejor, dentro de lo que cabe, y no debe dejar la divisa al libre mercado”, dijo este economista independiente.